Can Vallés, vinos ecológicos en Organic Food & Eco Living Iberia 2023

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Celia Madroñal
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Victoria Vallés

Victoria Vallés ha diseñado las botellas de los vinos que Can Vallés presenta en Organic Food & Eco Living Iberia 2023. Hablamos con ella sobre estos y sobre cómo funciona la certificación Demeter dentro de sus viñedos.

¿De dónde viene Can Vallés?

Venimos del Panadés, región de Cataluña. Es una pequeña bodega familiar que empezó en 1486. Ha ido pasando de generación en generación y ahora mi padre es el que se encarga de ello. En gran parte de la finca tenemos uva, que vendemos a productores de cava de la zona y ahora nosotros estamos recuperando algo que ya hacía mi tatarabuelo, que es nuestro propio vino. Solo nos centramos en el vino blanco.

¿Qué vinos presentáis en la feria?

Presentamos dos, que son los que tenemos. El Cha Cha Chá, de Xarelo y Chardonnay, que es un vino blanco joven y seco, muy fácil y ecológico. Ha ganado 92 puntos en Barema. Luego tenemos el 100% Xarelo, medalla de plata internacional en Bruselas, que se llama igual que la uva. Este es Demeter, ya que tiene la certificación y cumple todos los requisitos. Es un poco más serio que el otro vino, acompaña muy bien y es más gastronómico. Es seco también. El Cha Cha Chá en boca pasa rápido, pero luego te queda un sabor que te invita a tomar otra copa. Huele a flores blancas, jazmín. El Xarelo se queda un poco más en boca, es más amplio y tiene más peso.

¿Cómo influye la localización de los viñedos en la uva?

En el Panadés, sí. Es un terreno protegido por la montaña de Montserrat, que hace de valla para el mal tiempo, y por otro lado tenemos el mar Mediterráneo. Se equilibra muy bien porque tienes la brisa marina y a la vez tienes la pared de Montserrat. Es una zona muy buena para estas uvas blancas.

¿Qué hace a vuestro vino orgánico y sostenible?

Está certificado. Desde mi abuelo se ha hecho ecológico y se controlan todos los aspectos relacionados con ello. Además, tenemos una gran parte de la finca con la certificación Demeter, todavía más que ecológico. Es volver a mantener el propio ciclo de la naturaleza, entenderlo y cuidarlo. No puedes utilizar productos químicos, y estás muy expuesto a las plagas, por ejemplo. Aunque es bueno, porque el producto químico al tirarlo en la tierra la planta lo absorbe, llega a la raíz y pasa a todo, hasta a la propia uva. Con el orgánico te aseguras de que es completamente natural y no se le ha añadido nada. El siguiente paso de un vino ecológico es el certificado Demeter. Un ejemplo de lo que hacemos es seguir las fases lunares. Al igual que la Luna afecta a las mareas también afecta a las plantas, a cuándo se puede podar, etc. Al final es ver cómo se puede cuidar la viña en función de su entorno. También utilizamos un preparado para que haya más organismos naturales en la tierra, utilizamos cuernos de vaca que se dejan enterrados. Son actividades añadidas que el orgánico no tiene.

¿Cómo crees que pueden las bodegas apostar por la sostenibilidad?

Todas deberían. Ya no sólo por el reciclaje o utilizar el menor plástico posible, sino que además sean orgánicos y que el propio medio en el que se produce el vino y el cultivo se cuide. Que empiece en la tierra y acabe en la mesa, todo este proceso tendría que ser así. En España vamos un poco atrasados en comparación con el resto de Europa, porque en Europa ya se sabe lo que es la certificación Demeter y se valora el producto, y aquí todavía no se conoce mucho. Nosotros somos muy pequeños. Nos estamos dando a conocer, llevamos tres años haciendo los vinos y abriendo mercado. Es complicado, pero vamos picando puertas.

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Celia Madroñal