Balcón del Habano: XV años de saborear la identidad

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Balcon del Habano-fumador

Crear un sueño, una alegría, un disfrute y luego armonizarlo es como se compone un maridaje. Soñando y sintiendo llevan ya 15 años los miembros del Balcón del Habano "Bayamanaco". Muchas han sido las experiencias, satisfacciones y los aprendizajes acumulados. Por eso celebran. Desde este enero la cofradía homenajea más de una década dedicada a la pasión por uno de los más icónicos productos cubanos: el Habano.

Todo comenzó con un afán de sabiduría y reunión, de aprender y compartir entre profesionales del giro gastronómico acerca de las innúmeras opciones que dicho tabaco Premium puede aportar a la restauración. Y así creció. Bebidas diversas y el mejor tabaco del mundo han ganado espacio en estos encuentros mensuales donde sommeliers, maîtres, chefs, hosteleros y apasionados en general coinciden. Tal ha sido la importancia para sus asociados y patrocinadores que la jornada por el XV aniversario comenzó con un evento de lujo: hace solo unos días tuvo lugar la primera de las muchas actividades que tendrán lugar con motivo de la celebración. En la cima del hotel Habana Libre Trip, en el restaurante Sierra Maestra, aconteció la cita, todo un despliegue de buen gusto.

Lo más distinguido del vitolario tabacalero cubano, rones insignias del centro de Cuba, así como la armonización de vinos italianos y franceses con comida gourmet ideada especialmente para la ocasión, hicieron las delicias de casi 100 participantes. Las compañías Habanos S.A., CubaRon y Camax Chile resultaron partners ideales para tan especial velada y, como actores fundamentales del encuentro, resaltaron con sus productos y quehacer la labor del club Bayamanaco (referente al Dios del Humo indocubano). Para todos, el hecho de que exista una filiación como esta significa un plus indiscutible en la comunicación de productos y modos de hacer y entender la gastronomía en tiempos modernos.

Con este antecedente la cocina del Habana Libre no hizo más que rutilar: un menú que incluía tanto ingredientes típicamente cubanos como otros internacionales, avanzó en cinco tiempos, maridando con vinos del Viejo Mundo. Luego del Prosecco Extra Dry DOC Tavernello que nos recibiera a la entrada, destacarían el ceviche caribeño con un peculiar ensamblaje francés de Colombard-Chardonnay, un Cuvée Réservée de Vieux Papes. El segundo momento provocó más de un asombro al hacer dialogar una crema de calabaza, servida con foie-gras, ravioli relleno con quesos y crujiente de ibérico, con el tan interesante Merlot-Syrah (también Cuvée Réservée de Vieux Papes). Asimismo, como cortesía de Maison Castel pudimos probar un exquisito Grande Réserve Pinot Noir de Pays d’Oc. El plato principal, compuesto por cordero en reducción de dos salsas, sobre un hojaldre relleno de arroz pilaf y frutos secos, armonizado con un Chateau La Graviere bordeles de 2015 agregó espectacularidad. A las alturas del postre: el mousse tropicalísimo de guanábana y mango, paladeado con el vino italiano Bell’agio fue preludio ideal para pasar a la tan esperada sobremesa, donde un Montecristo Doble Edmundo señoreó empastando cada uno de sus tercios con tres propuestas de la línea Cubay de CubaRon: el Reserva Especial 10 años, el Carta Blanca Extra Viejo y el Extra Añejo 1870, respectivamente.

Balcón del Habano: Saberes, sabores y hermandad

Así pues, no solo para los comensales la propuesta y sincronía de bebidas y alimentos despertó avivados diálogos, emociones, curiosidades. Para los organizadores también fue una experiencia movilizadora. En este caso, la primera gran diferencia fue haber elegido primero los vinos y ponerlos luego a dialogar con platos diseñados exclusivamente para la ocasión.

Roselín Nuñez, vendedora de Camax Chile, empresa que proporcionó los vinos, subraya: "este es un club de mucha tradición al que hemos tratado de apoyar siempre. En este caso, decidimos poner a consideración vinos de nuestras mejores bodegas: de Italia Banfi y Caviro, y de Francia Maison Castel, estas últimas de nueva incorporación en el mercado. Por tanto haber sido parte de la organización de esta celebración es muy importante, pues nos permite retomar y afianzar vínculos como los que ya teníamos con el Balcón y además mostrarle a tantos especialistas la ampliación que hoy exhibe nuestra carpeta de productos. En esta ocasión, Camax Chile se puso de acuerdo con el maître y los chefs del hotel, así como con los directivos del Balcón para lograr algo que, amén de subjetivo, fuera atractivo, interesante. Presentamos con anticipación los vinos al personal de cocina que estudió, degustó y propuso los platos; y el resultado fue una excelente defensa de ambas partes: vinos y comida", señala.

Así pues, la arriesgada coalición permitió demostrar las interesantes novedades que hoy ofrece la empresa; esas que, siendo sencillas, no son para nada simples, sino que más bien son capaces de ofrecer complejidad  y elevar una comida desde una excelente relación calidad-precio, según apuntan los especialistas. A propósito, sobre dicha experiencia armonizadora y la oportunidad de celebrar en sus predios tan importante aniversario, destaca Antonio Benítez, Maître del Habana Libre:

"Ha sido un privilegio. Nuestra unión es histórica: el Bayamanaco es un espacio muy valioso para los gastrónomos cubanos. Cuando empezamos nuestros andares jamás imaginamos que seríamos los anfitriones de dos de sus aniversarios cerrados y de forma consecutiva. Es todo un privilegio contar con la presencia en estos eventos de grandes profesionales. Nuestro reto en la cena de celebración ha sido intentar, desde la sencillez, lograr maridajes capaces de satisfacer las expectativas de nuestros partners usando productos naturales, fusionados, acordes con las nuevas tendencias sin dejar nunca el buen gusto en todos los sentidos. Más que anfitriones nos hemos sentido parte; ha sido un marco ideal para compartir. Además, nos preciamos de contar en nuestro personal de cantina, salón, dirección de alimentos e incluso en la cocina, con varios Habano-Sommeliers, lo cual nos da una característica aún más singular para valorar cuán importante es el Balcón y lo sucedido en esta jornada, y también para diseñar todo un menú desde el conocimiento".

Sobre cuánto aporta el Balcón del Habano, Tony, como muchos lo conocen, no duda en afirmar: "aporta profesionalidad, autenticidad, cubanía, pero sobre todo reafirma el gran talento que tenemos en la gastronomía y hotelería en nuestro país. Demuestra que podemos hacer cosas especiales, que somos capaces de satisfacer las más diversas expectativas siempre que se unan formación y talento. Es unión. Somos un grupo con la misma inquietud, ganas y ambición de que Cuba sea un paradigma en este sector. Ahí está el ejemplo: contar con personal que, además de cocina sabe de Habanos, vinos, espirituosos, da la posibilidad de entendernos, arriesgarnos, sorprender. Es una gran fortuna".

Por su parte, Yanelis López, gestora de Comunicación y Marketing de CubaRon enfatiza: "El Bayamanaco es un cliente de lujo y formar parte de esta celebración es una oportunidad muy especial porque se unen dos grandes aniversarios, los 15 del Balcón y los 25 años de la Corporación CubaRon. Por eso no dudamos en estar presentes. Es nuestro modo de homenajear a este grupo que contra viento y marea se ha mantenido mes tras mes para defender la cultura cubana, porque Habanos y Ron Ligero son, sin dudas, paradigmas de nuestra cultura. Y en este caso no podíamos menos que traer algo exclusivo, productos cada vez más reconocidos por los entendidos del tema y que han tenido un desarrollo exponencial en la última década: hablamos de  la línea Cubay. Para esta ocasión nos pareció ideal proponer el Cubay Reserva Especial 10 años, el Carta Blanca Extra Viejo y el Extra Añejo 1870, todos de una calidad-precio indiscutible, que comunican Cuba en toda su expresión y son fruto del know how de esa otra gran cofradía que es el movimiento de Maestros del Ron Cubano. O sea, esta también es una celebración por nuestra isla, nuestra identidad", resaltó.

Así pues, la cita vespertina estuvo repleta de sorpresas, deleites, aprendizajes, fraternidad. Justo cuando la música del cubanísimo Raúl Paz sellaba tan magnífica apertura del aniversario del Balcón del Habano, Juan Jesús Machín, Presidente del Balcón del Habano y Master de Masters Habano-Sommelier nos remarcó: "Estamos juntos desde 2004 por una defensa de la cultura cubana, también por la capacitación y retroalimentación de los profesionales del servicio, bartenders, maîtres, chefs y amantes del Habano desde las más diferentes aristas. Este, y todos nuestros encuentros, son un evento, más que de placer, de conocimiento y actualización. Es estar en sintonía y preparados para la creciente demanda de nuestro productos y los cambios en el mercado. A través de una cena, un almuerzo, de las bebidas acompañantes, podemos demostrar la versatilidad de la gastronomía y de un producto tan único como el Habano".

Y con respecto a lo sucedido en Sierra Maestra agregó: "esta fue una cena de estudio, de guía, de patrones sobre cómo se mueve el mundo de la gastronomía nacional e internacional, sobre todo llevando lo nuestro a una propuesta gourmet, a la pasión de entregar en diferentes momentos del servicio una gran experiencia en la cual prime siempre el profesionalismo. El hotel Habana Libre ha sido ideal por el team tan preparado que tiene, formado incluso acerca de nuestro tabaco Premium. Y habría que hablar también de la posibilidad única de haber contado con vinos tan atinados, que nos permitieron llevar una fusión entre Cuba, Italia y Francia. Y qué decir de esa joya de la sobremesa que es el Doble Edmundo de Montecristo que, junto a una trilogía de rones Cubay, desplegó su territorio de sabor medio-fuerte aportando muchísima riqueza. Sin dudas ha sido un momento de lujo en donde hasta la música llena de fusiones y ritmos de Raúl Paz, empastó de modo perfecto. Creo que otra vez ganó nuestra identidad, y es lo que vale", concluyó.

 

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