La marca Bolívar tiene una historia rica y de múltiples capas, como uno de sus ejemplares. El paso de los años –tal como el humo de una perfecta calada– ha develado algunos detalles de la historia de sus líneas y vitolas. Al mismo tiempo, ha fijado en la memoria detalles que obedecen a la calidad y misterio que circunda a los buenos Habanos.
Los Bolívar son puros de gran fortaleza, con una abundante presencia de capa ligera y desde sus inicios se han caracterizado por ser una de las marcas más fuertes de todo el catálogo.
La marca fue fundada en Gran Bretaña por José F. Rocha entre los años 1901 y 1902, aunque no se registró en La Habana hasta 1921, bajo la propiedad de la firma de Rocha, J.F. Rocha y Cia, reseña en el libro The Cigar Companion, Anwer Bati.
Durante este tiempo, Bolívar produjo el puro más pequeño del mundo: Delgados. Midiendo apenas 47.62 mm, con un cepo de 20 mm, esta vitola incluso tuvo el honor de tener una réplica en miniatura de sus puros en la casa de muñecas del Castillo de Windsor.
En 1954, la empresa y los derechos de la marca fueron comprados por Cifuentes y Cia después de la muerte de Rocha y la producción se trasladó a la famosa fábrica de Partágas en La Habana. Durante este tiempo, bajo el mandato de Cifuentes, Bolívar ganó popularidad en el mercado mundial y se convirtió en una importante marca de exportación.
El Bolívar gozó de un éxito arrasador entre los amantes de los puros y fue apreciado como uno de los mejores entre los Habanos de sabor completo, fuerte y con mucho cuerpo, tal y como se prefería en aquellos tiempos.
Según explica Aurelio Pastor en El Mundo de los Puros, “el escritor francés Eugene Marsan recomendó fervientemente a sus lectores los Barons y los Little Dukes de Bolívar, encasillándolos en la clase de los cigarros irreprochables. Los Bolívar tuvieron su sitio entre los mejores Habanos de su tiempo, comparables a otras marcas como Henry Clay, Flor de Cuba, Corona, o Villar y Villar”.
La marca ha sido tradicionalmente la preferida de los que llevan algunos años degustando buenos puros. En el 2004, Wolters en Colonia, Alemania, tenía miles de cajas de Medallas de Oro de Bolívar producidas por Habanos, S.A exclusivamente para su tienda –descontinuada oficialmente en 1992 según ratifica el señor Adriano Martínez–. Estos Bolívar se presentan en el formato de Cervantes (lonsdale), envueltos en papel de oro en una mitad con una banda especial de Bolívar en el medio y vienen empaquetados en cajas de diez y se encuentran entre los más famosos puros de coleccionistas. Después de este lanzamiento, la Medalla de Oro se restableció en 2007 como un cigarro de Casas de Habano, pero luego se suspendió en 2011.
El sabor a tierra fuerte es el sello que los distingue dentro de la gama de Habanos, así como sabores picantes, afrutados y a tabaco tostado… esta mezcla lo convierte en un puro de culto.
Todos los productos de Bolívar se elaboran totalmente a mano con tripa larga, con hojas seleccionadas de las vegas deVuelta Abajo, la mejor zona tabacalera de Cuba, en la provincia de Pinar del Río.