La chirigota le canta a la cocina gaditana

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Maria Carrasco Lloria
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chirigota del Carnaval de Cádiz

Con una sentida chirigota, la gula y la lascivia son los pecados capitales que Cádiz tan solo consienten durante el Carnaval. El reinado de Don Carnal lo marca la fiesta, el desenfreno, mucha música y mucha comida. Bien lo entienden en Cádiz, donde cantar con sorna y mucho arte gaditano deja entrever la ironía de los excesos de una semana llena de risas y crítica, y no faltan unas tortillitas de camarones en el bar, unos rebujitos en la calle y unos potajes en casa de la abuela.

Una canción para chuparse los dedos y echarse unas risas

Previendo la Cuaresma como una época de ayuno, que unos toman por mandamiento y otros por dieta, el Carnaval es el momento de acabar con todas las existencias y los estómagos llenos. Se trata este de uno de los temas centrales a los que le canta Cádiz con sus chirigotas, entre los pasodobles y comparsas gaditanas más irónicas que tratan temas de actualidad y tradición con tono reivindicativo y donde las reglas éticas las marca la sociedad que acude divertida a escuchar a los coros.

28 de febrero, Día de Andalucía, ha sido el día elegido para celebrar la Final de Chirigotas de Cádiz que da comienzo a la semana del Carnaval de Cádiz. Hasta el 9 de marzo, las calles hervirán entre los colores de los disfraces y las voces corales reivindicando cualquier apunte contemporáneo, con olor a fritura y a vinillo de Jérez.

La chirigota gastronómica: entre el chiste y el eufemismo 

El hambre, el exceso, el hartazgo y la saciedad son algunos de los temas más presentes en comparsas ya que sus letras se inclinan hacia las comparaciones con eufemismos, muy prestados tanto a la música como a la ironía. Además, la alimentación es un tema polémico al cantar, bien llevándolo al lado de la historia, a las nuevas dietas absurdas que se viralizan cada día o en oda a la cocina tradicional más gaditana. Se escuchan los sabores de los churros de la mañana o el pescaito frito, los erizos y los chicharrones del resto del día.

Hay letras que llevan al espectador a través de una defensa acérrima de una receta bien andaluza,

Ya el gazpacho está preparao
dame un vaso lleno hasta el borde
de gazpacho fresco andaluz
que a nosotros los extranjeros
hasta un bajío
de este gazpacho nos da salud.

Tango del coro «Mi no comprender«, 1985

o se escucha la voz de aquellos que buscan sembrar el caos cantando al tabú con cuestiones como el sexo o la enfermedad, encubiertos por términos gastronómicos – que no hace falta nombrar, porque todos conocemos las referencias. 

La cruda realidad: un lugar donde pasarlo de rechupete al ritmo de la coral

La chirigota refleja la realidad actual pero también hace alusiones a una sociedad anticuada de forma satírica, por lo que para escuchar un pasodoble de estas corales tienes que estar preparado para una ofensa que solo busca hacerte reír ante el cambio de los tiempos. Temas sensibles y nostálgicos como la mejor comida de la abuela andaluza, hasta la crítica al potaje de la suegra o el guiso eterna y esperadamente perfecto de una esposa que aguarda en casa, centran la chirigota más gastronómica. 

Los valores siempre están presentes en el cantar gaditano, así como es de inseparable la gastronomía de la cultura en el sur. Siempre de buen humor y sabiendo que en una discusión seria un andaluz es imposible de ganar, bebe unos de vinos y come un par de pestiños, que en el Carnaval de Cádiz hay sitio para todos. 

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Portada cogida de la web de Cádiz Turismo

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Maria Carrasco Lloria