España. El aparente parón del mercado del aceite de oliva es eso, pura apariencia, si se consultan los datos de la asociación de industriales y envasadores, Anierac, un grupo que representa a lo más granado de las empresas aceiteras de España.
Según el diario ABC, que cita datos de la asociación, entre noviembre y marzo pasados se ha vendido un 4,67 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. En este paquete están incluidos los aceites de oliva virgen extra, virgen, suave e intenso.
Tan sólo en la categoría de virgen se aprecia un desplome considerable en las salidas, de casi el 18 por ciento, unos 360.000 litros menos que entre noviembre de 2007 y marzo de 2008, así como en el virgen extra, que desciende un 0,10 por ciento, es decir 49.000 litros menos.
El oliva intenso es el que más crece, con un 13,4 por ciento, que equivale a más de 4,5 millones de litros puestos en el mercado.
En total, las ventas de aceite de oliva de los socios de Anierac crecieron en ese periodo en algo más de 7 millones de kilos, lo que evidencia que el mercado sigue funcionando. Este comportamiento también avala la teoría de que la caída de precios nada o poco tiene que ver con los envasadores y que más bien se debe a los problemas financieros de las cooperativas, que están poniendo en el mercado más aceite del que éste es capaz de asumir, forzando la devaluación del producto.
Curiosamente, los aceites que sí están sufriendo recortes en esta campaña son los de inferior calidad, esto es, los de orujo y de girasol. Los primeros, siempre según las mismas fuentes, han perdido en un año un 22 por ciento de la cuota, mientras que las ventas del aceite de girasol se han hundido casi un 3%, unos 4 millones de litros.