Muchas veces cuando uno compra un producto en un supermercado se fija en los nutrientes, vitaminas y otros aspectos señalados en las etiquetas, pero pasa por alto detalles que nos revelan estas sobre el origen de los alimentos que vamos a consumir.
Así, puede aparecer señalado en la etiqueta que el producto es una comida orgánica/bilógica/ecológica, aunque se debe tener cuidado con los trucos que hacen las empresas, ya que pueden señalar que el contenido es ciento por ciento orgánico, “orgánico” solamente lo que significa que al menos el 95% de los ingredientes son orgánicos, o simplemente “elaborado con ingredientes orgánicos”, donde al menos el 70% de los ingredientes son orgánicos.
También están los “Libre de transgénicos”, el “Ocean Fish Safe”, el cual implica pescados que no están en peligro de extinción, pues han sido pescados en una etapa madura de su vida, o “Criados sin hormonas” o “sin antibióticos”, entre otros aspectos.
También las etiquetas pueden decirnos cuando una comida tiene un “envasado ecológico” o son alimentos “libres de pesticidas”.
