El té blanco es una variedad que procede de la misma planta que los otros tés, Camellia Sinensis. Se produce en los mismos lugares, desde China y Japón a India y Sri Lanka. Sus características y sabor pueden variar dependiendo del origen. Este té de ligero sabor nos ayuda a preservar nuestra salud, especialmente al reducir la presión arterial y fortalecer nuestro sistema inmune.
El té blanco por el mundo
El té blanco, al igual que todas las clases de té, se origina en China, pero los demás países han importado el método de manufacturación chino para crear té blanco. En la actualidad también se cultiva en India, Sri Lanka, Japón y Kenia.
Té blanco chino
China, aparte de ser el origen, es el país con mayor producción de té blanco. Los tés blancos de la provincia de Fujian son los de mejor calidad, por las condiciones meteorológicas favorables que ofrece. El más conocido por su relación calidad-precio y aceptación popular es el Pai Mu Tan, de la provincia de Fujian, otro tipo de té blanco muy valorado es el conocido como “las agujas de plata”.
Té blanco de otros países
Japón rara vez se incluye como un productor importante de té blanco, aunque en en Yame, ciudad de la región de Fukuoka se produce un té blanco que ha sido galardonado en varias ocasiones como el mejor del mundo. Este té es difícil de encontrar ya que la mayoría se consume en Japón y poca cantidad se destina a su exportación, además su precio es muy elevado.
La región de Darjeeling es donde se encuentra la mayor cultura del té blanco de India, ya que el clima de las laderas del Himalaya es ideal para su cultivo.
En Sri Lanka, la producción de té blanco se ha instaurado recientemente y el resultado ha sido un té muy aromático.
En Kenia se produce discretamente un té blanco de sabor y aroma más fuerte que todos los anteriores, se podría decir que el té blanco de Kenia parece que sea en realidad té verde.
Hoy en día existen tiendas de té online como cafetearte.es en las que se pueden comprar todas estas variedades de té blanco y elegir ya que a cada persona le suele gustar una variedad de té y además preparada de una forma muy concreta.
Cosecha del té blanco
La cosecha del té blanco se realiza a mano, ésta es la única manera de poder recoger únicamente las hojas jóvenes de la planta y yemas todavía cerradas. Esta estricta recolección es la causante de la gran calidad del té blanco y de su precio superior al de otros tés.
Una vez cosechado, su proceso de manufacturación es simple. Únicamente se deben dejar marchitar las hojas y posteriormente se seca al sol o por otros métodos.
Preparación del té blanco
Cómo la mayoría de tés, se preparara con agua caliente. Es importante que la temperatura del agua no sea muy alta, lo ideal es que sea de 75 grados. Para un litro de infusión es necesario utilizar unos 8 gramos de hojas, es decir unas 5 cucharadas.
El tiempo de la primera infusión puede ser de hasta 5 minutos. El de la segunda alrededor de 8 y el de las sucesivas, 15 minutos.
Muchos tés no se pueden infundir por segunda vez, no es el caso del té blanco. Esto no significa que las segundas infusiones serán igual de buenas que la primera, pero tendrán una calidad más que aceptable y conseguiremos exprimir todos los beneficios que nos depara esta deliciosa bebida.
¿Es tan bueno como el té verde para la salud?
El té blanco es todavía más bueno, contiene muchos micronutrientes, polifenoles, antioxidantes, metilxantinas y EGCG. Todos ellos se encuentran también en el té verde, pero en mayor concentración en el té blanco, por lógica podemos decir que todos o casi todos los beneficios para la salud que se aplican al té verde, se aplicarían también en el té blanco y seguramente en mayor medida.
Aunque no ha sido estudiado tanto como el té verde, la mayoría de revelaciones podrían aplicarse también en el té blanco. No obstante, existen algunos estudios sobre este té pero el público en general no está al tanto de ellas y seguramente por eso se dan casos como el de este estudio de una tienda local en Madrid, que demostró que durante los pasados 12 meses se hicieron un 25% más de ventas de té verde frente al té blanco debido al desconocimiento de las propiedades del té blanco para la salud.
Antienvejecimiento
Un estudio de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Kingston trató de investigar 21 extractos de plantas y hierbas diferentes para conocer sus beneficios potenciales sobre el envejecimiento y la inflamación. Casi todas resultaron ser beneficiosas, pero el té blanco dejó sin palabras a los investigadores, ya que superó con creces a los demás sujetos del estudio.
El té blanco, al igual que los demás extractos estudiados contiene enzimas que frenan la degradación de colágeno y elastina. Según las pruebas realizadas, el té blanco contiene estos encimas en una concentración muy superior a la de los demás sujetos estudiados y es mucho más efectivo.
Tras él y en orden de efectividad se encuentran extractos de fucus, cuchillas, rosa, té verde, angélica, anís y granada.
La elastina y el colágeno son unas proteínas estructurales presentes en tejidos como los pulmones, corazón, arterias y piel. El colágeno es la base de la estructura de la mayoría de tejidos y la elastina les confiere elasticidad. Evitar o disminuir su degradación supone frenar el envejecimiento y tener una piel sana, cicatrizar mejor, prevenir arrugas, afrontar mejor y prevenir enfermedades pulmonares, tener los vasos sanguíneos y corazón en mejores condiciones y un sinfín de ventajas.
Antibacteriano, antiviral y antifúngico
El té blanco combate las bacterias, los virus y los hongos, proporcionando protección contra una gran cantidad de invasores y una amplia gama de enfermedades.
Gracias a su alta concentración de vitaminas C y E, ayuda a combatir los resfriados. Es utilizado como remedio contra la fiebre, el dolor de muelas y el sarampión en la medicina tradicional China.
En la actualidad, tal es su efecto antibacteriano que se utilizan extractos de té blanco para hacer más efectivas las pastas de dientes que luchan contra las bacterias de la boca. Marcas famosas de dentífricos como Colgate lo utilizan en sus productos.
Numerosos estudios han demostrado la estimulación que el té verde hace sobre el sistema inmune para combatir la enfermedad. Una investigación in vitro sobre bacterias y microorganismos que causan enfermedades, demuestra que el té blanco es mucho más que eficaz que el té verde para este propósito. El mismo estudio también demostró que es eficaz contra los hongos.
El té blanco contiene los mismos micronutrientes que el té verde, pero en mayor concentración. Esto es debido al selectivo proceso de recolección a mano, que únicamente selecciona los mejores brotes de la planta de té. Recordamos los principales beneficios para la salud del té verde: prevención de cáncer, prevención de enfermedades cardiovasculares, ayuda a mantener estable los niveles de azúcar en sangre, antienvejecimiento, antibacteriano, aumenta el metabolismo basal haciendo que gastemos más calorías y sacia el apetito.
Fuente: www.comunicae.es