En la segunda jornada del evento gastrónomico Cuba Sabe 2024, que se desarrolla por estos días en La Habana, se resaltó la cocina bayamesa y sus vínculos con la gastronomía española.
La primera de las ponencias, a cargo de Domingo Cuza: "Cocina Regional Bayamesa. Cocinando la nación", aludía al vínculo e influencia española. “Me parece una oportunidad única y una coincidencia astral el hecho de que haya sido la cocina bayamesa junto con el país invitado España. Sin duda alguna hay una relación interesantísima entre estos dos conceptos”, afirmó.
En el Salón Morro, del Hotel Iberostar Packard, donde se desarrolla el evento, Honorato Espinart y Frank Vicente abordaron las tendencias del emplazado actual. Mientras Honorato explicaba, con ejemplos de buenas prácticas, Frank Vicente preparaba sus propias elaboraciones.
"Hoy en día todo el mundo está con el tema sostenibilidad y cercanía todo lo fresco prevalece, los platos con ensaladas también pueden ser atractivos, que vayan en una policromática, todo encaja en la estilización".
Si en el inicio de la mañana se debatía sobre la cocina bayamesa, luego tocó el turno de la coctelería mamblas surgida en la región. Jorge Luis Rosales Sánchez y Maykel Díaz presentaron la historia y algunos de las elaboraciones más representativas de este periodo como la canchánchara y el aliñao.
Mientras transcurrían las presentaciones, en el área expositiva estaban las diferentes empresas que presentaban sus productos al público asistente. Una de ellas, Los Primos, llegaron hasta el escenario principal para presentar la primera ginebra de Cuba, con tres variantes (00, C1 y C2) con la particularidad de las notas tropicales.
En esta jornada, la demostración gastronómica corrió a cargo de representantes de la Asociación Culinaria de Granma, quienes inundaron el salón con los aromas de el ajiaco, el Bucán y la cafiroleta.
Daniel García Peinado puso el foco sobre el aceite de oliva virgen extra y sus potencialidades. A la relación del componente del aove (oleocanthal) y el ibuprofeno, se refirió también."El punto del humo de girasol es de 160 grados por encima tiene elementos cancerígenos, mientras el aceite virgen extra puede llegar a los 260 grados, por lo tanto, es ideal para freír", puntualizaba.
El punto culminante de la sesión lo puso el atún, con una clase magistral del ronqueo.