La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han comenzado a analizar la seguridad de los alimentos de cultivo celular.
Este tipo de alimentos se producen a partir de células animales cultivadas en laboratorio en lugar de ser criados o cultivados en granjas o huertos.
La tecnología de cultivo celular se presenta como una solución potencialmente más sostenible y ética para la producción de alimentos, ya que no requiere el sacrificio de animales y puede reducir la huella de carbono asociada con la producción de carne.
Además, los alimentos de cultivo celular pueden ser personalizados para satisfacer las necesidades específicas de los consumidores, como la producción de alimentos sin alérgenos o la inclusión de nutrientes adicionales.
Sin embargo, también existen preocupaciones sobre la seguridad y la aceptación de los consumidores de estos alimentos.
Algunos críticos argumentan que no se sabe lo suficiente sobre los efectos a largo plazo de consumir alimentos de cultivo celular, y que su producción a gran escala podría tener impactos desconocidos en el medio ambiente y la biodiversidad.
Ante estas preocupaciones, la OMS y la FAO han iniciado un análisis de la seguridad de los alimentos de cultivo celular. La evaluación se centrará en la identificación de posibles riesgos microbiológicos y químicos asociados con estos alimentos, así como en la evaluación de la eficacia de los procesos de producción para garantizar la seguridad de los alimentos.
El análisis se llevará a cabo en colaboración con expertos de todo el mundo, incluyendo científicos, reguladores y representantes de la industria alimentaria. Se espera que el informe resultante proporcione información importante para la regulación y la aceptación de los alimentos de cultivo celular en el futuro.
Los alimentos de cultivo celular ya están disponibles comercialmente en algunos países, como Estados Unidos y Singapur, y se espera que su producción y consumo aumenten en los próximos años.
En 2020, la empresa estadounidense Eat Just se convirtió en la primera en obtener la aprobación regulatoria para vender su producto de carne de pollo cultivada en laboratorio.
Además, varias empresas están trabajando en el desarrollo de alimentos de cultivo celular de otros tipos, como pescado, carne de res y productos lácteos.
Aunque estos productos todavía son relativamente nuevos en el mercado, se espera que su producción y consumo aumenten en los próximos años a medida que la tecnología mejore y los consumidores se vuelvan más conscientes de los impactos ambientales y éticos de la producción de alimentos convencionales.
