La Asociación de Sommeliers de Cuba (ASC) avaló la Cava de vinos de la Giraldilla, sitio más conocido como la Macumba, como Cava de Referencia a nivel nacional, “por cumplir con los estándares y requisitos que nosotros, como comisión nacional, tenemos ya establecidos para ese fin".
Durante un Balcón del Habanos especial, celebrado con tal motivo, José Machín, presidente de la ASC aseguró que esta es la primera Cava avalada, como parte de parte de un proceso nacional de capacitación-superación de todas las Cavas en el país, y “en las que avalaremos con esta categoría, a todas aquellas que cumplan, no solo con los requisitos determinados, sino también con las buenas prácticas del servicio de los vinos y la conservación”.
Según comentó, en exclusiva a Excelencias Gourmet, “luego de un rígido proceso que venimos realizando desde hace meses, la Cava de la Giraldilla cuenta con el aval suficiente para ser declarada Cava de Referencia Nacional.
“Esto lo iremos haciendo de forma sucesiva por todo el país, tanto en la restauración estatal como en la cuentapropista, buscando, sobretodo fomentar el servicio del vino en Cuba; para capacitar y retroalimentar a los profesionales en este ámbito, y sobre todo para preservar la identidad, la cultura culinaria y demás elementos tradicionales de nuestra Isla.
“A través de la figura del vino conllevar a las buenas prácticas del servicio gastronómico para -yo diría- elevar los estándares que hoy en día se espera de nuestros trabajadores del sector. Que ellos, los sommlieres, los bartenders y sobre todo los chefs, no sean solo hacedores de servicios sino también que tengan la primicia de dar ese recurso adorado al cliente: la buena experiencia y el disfrute agradable”.
Durante la velada, que se extendió más de dos horas, estuvieron presentes reconocidas figuras en el país. Todos conocedores y amantes de la cultura del vino y el Habano. Hablamos de María del Pilar Macías, directora de Operaciones y Calidad y Jorge Méndez, presidente de la Cátedra de Gastronomía y Turismo del Ministerio del ramo en Cuba; Fernando Fernández, Maestro del Ron Cubano; representantes de Havana Club Internacional (HCI) patrocinador principal; y otros de importantes bodegas establecidas en el país como Freixenet, Torres y Pucara.
Quienes, junto a profesionales del mundo de la sommelería, bartenders y sobre todo, a amantes del vino y los Habanos, disfrutamos de varios momentos durante el Balcón; momento en el que degustamos de tres tapas que representaron la cocina tradicional cubana desde una expresión gourmet, desde una expresión de fusión con las nuevas tendencias; pero sobre todo salvaguardando la cultura culinaria.
Una primera tapa a base de langosta, un plato muy tradicional. La Langosta al Café del Chef Smith, plato con el que ganó la medalla de oro en el festival Cordon Blue en la década del 70 del siglo pasado, y con ella estaremos rindiendo homenaje a este respetado chef cubano.
En segunda frecuencia tuvimos un plato de la casa. Una tapa que usó como materia prima el búfalo, llevado a las tendencias de la cocina cubana.
Y para cerrar, cuatro elementos precolombinos: boniato, caco, maní y coco, fusionados en un postre único, simbolizando la cocina tradicional baracoense.
La coctelería también tuvo su espacio. En un primer momento, disfrutamos del Daiquirí Giraldilla, que ya quedó acentuado como coctel de la casa. Hecho con Profundo de Havana Club, un ron con matices únicos en su expresión organoléctica. En un segundo momento llegó el Cuban Smoky, un ron con nuevas tendencias: finish en barrica de whisky; y como cierre Unión, para celebrar la de todos los cubanos.
Cabe destacar que, desde el segundo momento, maridamos con el Habano rey: White Churchil de Romeo y Julieta una vitola Montesco, 55 por 130, para en su territorio de sabor medio poder aproximarlo a las tapas y las bebidas que nos acompañaron, “momento singular de homenaje a Guayamanaco también, Dios del Panteón Taíno”, como concluyó Machín.