Dada la creciente calidad de sus vinos, la micro, mediana y pequeña empresa (Mypime) cubana “Vinos Molina S.R.L.” aspira hoy a comercializar sus producciones fuera de fronteras, afirmó en esta capital José Osvaldo Molina Rodríguez, uno de sus nueve miembros.
El negocio familiar, que involucra desde hace dos años a integrantes de tres generaciones, elabora sabrosos vinos y licores mediante la fermentación de mieles y otras frutas autóctonas de Cuba, dígase almendra, guayaba, marañón, ciruela china, jengibre, carambola, pera cubana, tamarindo y caña, entre otros.
Molina Rodríguez explicó a Excelencias Gourmet que la calidad de sus bebidas ha ido creciendo y hoy es tan alta que no tiene nada que envidiar a otras marcas de compañías nacionales o extranjeras reconocidas internacionalmente y que producen y comercializan vinos similares.
En la actualidad, aseguró, estamos produciendo unas tres mil 500 botellas mensuales y desde julio comercializamos ya más de dos mil mensuales a entidades como el Ministerio del Interior (Minint) para las casas de descanso del Mariel, 26 de Julio, La Hiedra, La Cacolota y La Casona, entre otras.
También expendemos nuestra marca de vinos “Rancho Molina” a la Empresa Apícola Cubana (Apicuba), y a varios centros culturales de Artex S.A. como El Submarino Amarillo, La Herradura, el Club de Fontanar El Hangar, La Tropical, y en bodegas de Habana del Este y Campo Florido.
Significó además Molina Rodríguez que es tal la creciente aceptación entre sus clientes que hasta el momento se incluyen también centros turísticos y culturales de la capital, además de puntos de venta distribuidos por toda la urbe, u otras instituciones estatales interesadas en sus productos.
Reveló igualmente que la marca, que muestra un molino alegórico además al apellido de la familia y fuera diseñado por su esposa de origen ruso, Antonina Trofimova, ya está en proceso de registro por la Oficina Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI).
Además, subrayó el vinicultor, hoy avanza la contratación con las sucursales de la Corporación Cimex S.A. en Habana del Este, y la Empresa Comercial Caracol S.A. (Sucursal Playa), cuya comercialización se inicia ya este lunes, para expender nuestros vinos con más seguridad.
Recordó que la elaboración de vinos mediante la fermentación de mieles y otras frutas autóctonas ocupa también al padre Paulino Molina Suárez, verdadero gestor del negocio, y al hijo, Edgar Diego Molina Trofímova, quienes hoy también se dedican, en cuerpo y alma, y a tiempo completo, a la fructífera empresa.
La pequeña empresa cubana, que se oficializó como forma de gestión económica no estatal en 2021, era desde mucho antes, dígase 2015, una TCP o negocio de trabajo por cuenta propia que el padre mantenía debido a la pasión que siempre sintió por la elaboración de vinos a partir de la miel o hidromiel, aseveró.
Molina Rodríguez recordó también que su padre Paulino se asoció en 2015 al Club de Vinicultores de la Habana ‘La Giraldilla’, y hoy participan en todas sus actividades, presentaciones y reuniones, lo cual beneficia y reporta nuevos saberes a dicha Mypime, así como la participación en eventos nacionales e internacionales.
En estos momentos, apuntó, la empresa recibe el endulzante principal de la productora Mieles Torres S.R.L. una mypime de la occidental provincia cubana de Matanzas que les garantiza sin problemas ese producto, y la capsula termo retráctil de la botella, la cual se la expende Apicuba.
Según Noel Morales, presidente de la Coordinadora Nacional de Vinicultores en Cuba, en el país existen unos 714 vinicultores privados agrupados en 32 clubes, cuyo interés radica en incrementar la cultura vinícola y los buenos hábitos del consumo sano de esa bebida, en localidades y barrios.
El vino de miel es una bebida que se ha elaborado desde hace muchos años, y en la actualidad, se produce considerablemente en los Estados Unidos, Argentina, Colombia, Costa Rica, México, Japón, y varios países de Europa como España, Francia e Italia.
La hidromiel o aguamiel es una de las primeras bebidas proveniente de la fermentación alcohólica de la miel diluida en agua y surgió aproximadamente hace unos ocho mil años, una época en que trascendió por haber sido muy consumida por los vikingos, según fuentes consultadas.
Según Mc Conell y Schwarmm (1996), el vino de miel se puede clasificar por su fuente de elaboración, y si es desarrollado únicamente de miel o se le agrega vino o jugo de alguna fruta o alguna especie puede ser seco, dulce, cyser, pyment, melomelo y metheglin.
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