El año 92 del pasado siglo fue un año mágico para España, pues se celebraron las Olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla y se consolidó nuestra democracia, después de una década de Gobierno Socialista, con Felipe González a la cabeza.
Asimismo, en cierta medida, fue el año de la consolidación de nuestro sistema autonómico y de la vitalidad de nuestras Comunidades Autónomas, como lo demostraron Andalucía y Cataluña.
Pero además fue el año en el que se celebró el I Encuentro Europeo de Gastronomía en Madrid, bajo la presidencia de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos.
I Encuentro Europeo de Gastronomía
El Encuentro fue organizado por la Academia Internacional de Gastronomía y por la Academia Española en el marco de Madrid, Capital Europea de la Cultura 1992.
En el Comité de Organización figuraban, entre otros, Ymelda Moreno, Carlos Falcó, Pilar Lladó o Mª Isabel Mijares.
El Comité de Honor, presidido por Su Majestad El Rey Don Juan Carlos, incorporaba otras personalidades destacadas como Joaquín Leguina, José María Álvarez del Manzano o Camilo José Cela. Yo también formaba parte de este Comité, como presidente de la Academia Internacional y de la Academia Española.
Después de los tres días que duró el encuentro cultural, en el que hubo mesas redondas sobre ciencia y nutrición, cocina, cultura, bebidas y la gastronomía en el arte de vivir, el acto de clausura tuvo lugar en el Casino de Madrid, presidido por los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía.
A título de recuerdo, no puedo dejar de mencionar que mi hija Alejandra, que entonces tenía 7 años, entregó a Su Majestad la Reina Doña Sofía un ramo de flores a su llegada al Casino.
Durante la ceremonia se celebró una entrega de premios y luego un almuerzo presidido por Su Majestad El Rey. He querido reproducir algunas de las palabras que pronunció en el acto de clausura y el brindis.
"La cocina ha sido y es una de las manifestaciones destacadas de los pueblos de Europa; la buena mesa constituye parte esencial del patrimonio cultural de
nuestros países; la alimentación como ciencia, la nutrición, ha alcanzado en los últimos años una importancia extraordinaria y el arte de vivir está indisolublemente unido al buen comer".
También, unas palabras de mi brindis como Presidente de la Academia Internacional de Gastronomía: "El interés por los temas gastronómicos no es privilegio de unos pocos ni un lujo de personas con dinero. La alimentación constituye un elemento esencial en la vida de los seres humanos. Primero, para luchar contra el hambre; después, para procurar ingerir aquellos alimentos que son más convenientes para la salud (...); por último, para conseguir, a través de la satisfacción de los sentidos, alcanzar un mayor equilibrio psíquico y una mayor capacidad de convivencia. El acceso a los bienes de una alimentación adecuada debe estar abierto a todas las personas".
España, protagonista en la evolución de la gastronomía
El Primer Encuentro Europeo de Gastronomía fue una oportunidad única para poner de manifiesto la importancia de la gastronomía en Europa y en el mundo.
Pero lo que me gustaría destacar es que, ya en el año 1992, España presidía la Academia Internacional de Gastronomía, de la que formaban parte 20 países. En la actualidad, la integran 34 y España sigue ostentando la presidencia de honor.
A partir de la década de los 90, la cocina fue evolucionando, poco a poco, hacia la Cocina de la Libertad, donde los chefs se convierten en artistas, en autores de su propia obra creativa. Se supera así la cocina de país o de territorio por la cocina de autor.
La nueva gastronomía
Por otro lado, se inicia la transformación de la gastronomía como simple y puro placer, para convertirse en una actividad fundamental del ser humano en el siglo XXI, que tiene que ser Satisfactoria y Saludable, Solidaria y Sostenible.
España, en el marco y con el impulso de Iberoamérica, puede estar orgullosa de haber contribuido, junto a otros muchos países, a que la gastronomía y la cocina de este siglo XXI hayan alcanzado unos niveles inimaginables hace 30 años.
Fuente: Gastrocultura
