Hablar de la cocina mexicana es inconcebible si no se habla de la cocina poblana, el mestizaje de elementos indígenas, españoles y asiáticos. Es muy vasta, rica y variada; tiene la peculiaridad de representar no solo a la ciudad o al estado, sino a México entero.
Los principales elementos de la gastronomía poblana son el maíz, el frijol y el chile; que al combinarlo con otras recetas e ingredientes autóctonos nacen gran variedad de platillos, que se pueden clasificar en antojitos, platos fuertes y dulces típicos tradicionales.
Una de las especialidades culinarias de la ciudad de Puebla, es el mole poblano, que consiste principalmente en una salsa, hecha con diferentes ingredientes, vertida sobre piezas de guajolote o pavo.
Dentro de los platillos más representativos del país, el platillo poblano por excelencia es el chile en nogada, que reside de un chile poblano, un platillo muy patriótico, porque lleva los tres colores de la bandera mexicana: verde por el chile y el perejil, blanco por la salsa de nuez y rojo por la granad, que por temporada solo se prepara entre los meses de julio a septiembre.
El mole poblano y el chile en nogada, son típicos de la gastronomía mexicana, concretamente de la ciudad de Puebla, pero también han sido considerados internacionalmente como uno de los más finos y representativos platillos de la alta cocina nacional.
Al interior del estado no podemos olvidar el tradicional mole de caderas, un platillo elaborado de carne de chivo en la región de Tehuacán, que por su prolongada crianza y cuidados especiales del animal, se convierte en un guiso único en su tipo que solo se puede disfrutar en el mes de noviembre.
La lista de delicias tradicionales incluye a las chalupas, unas pequeñas tortillas de maíz fritas en manteca de cerdo que se bañan con salsa verde o roja y se acompañan con cebolla y carne deshebrada de res, puerco o pollo.
En cambio, las cemitas poblanas son un crujiente pan cubierto de ajonjolí, el cual se rellena con algún ingrediente principal como carne de res, cerdo o pollo, así como aguacate, queso, chiles, cebolla, pápalo y un toque de aceite de oliva.
Para endulzar el paladar de los habitantes y extranjeros, los Dulces típicos son el ideal, elaborados con exquisitas frutas y semillas que crean ricos caramelos y toda clase de delicias.