La Navidad más dulce: 7 clásicos de la repostería iberoamericana

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Redacción Excelencias Gourmet
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Algunos prefieren un Habano para coronar una cena. O un café humeante, al final de la comida, para iniciar la sobremesa con sabores más robustos, aromáticos y suaves, en dependencia de la variedad. Pero aún con dos tentaciones tan versátiles como el emblemático puro y el llamado manjar negro, u otras como el té o un licor, hay quienes no pueden resistirse al deleite de un buen postre.

Es cierto que un toque dulce, en cualquier momento del año, puede hacer del plato más tradicional una auténtica sorpresa —prueba incorporarle miel a un canapé de sobrasada; combinar queso de cabra y membrillo en una galleta; incluso, agregar rodajas de piña en almíbar en dos rebanadas de pan con jamón de york—. Con la llegada de las fiestas decembrinas se potencia ese encanto y, para endulzarnos el paladar, regresan a las mesas de todo el mundo muchos de los clásicos de la repostería.

Te compartimos 7 postres tradicionales del festín navideño en Iberoamérica, varios de ellos conocidos internacionalmente y otros que son propios de la gastronomía en algunos países de la región. 

Repostería iberoamericana en Navidad

1- Turrones

En las festividades de fin de año resultan casi imprescindibles el turrón de Alicante y el de Jijona, ambos con Indicación Geográfica Protegida. El primero de ellos es un turrón de textura dura, compuesto de almendras tostadas, miel, azúcar, clara de huevo y obleas. Mientras el de Jijona es un turrón de textura blanda, para el cual se utilizan almendras peladas y tostadas, clara de huevo, miel y azúcar. Hay otros turrones que también son típicos de estos días de celebración, como el de yema, el de nueces y el turrón de soconusco (dulce navideño dividido en tres capas: una de praliné blanco, otra de praliné tostado y otra de trufa. Es tradicional de Bilbao, pero debe su nombre a la región mexicana del mismo nombre donde se cultiva el chocolate desde la época precolombina).

2- Mazapán

Postre obtenido por el amasado de una mezcla de almendras, peladas y molidas, con distintos tipos de azúcar. Según su forma de presentación, puede estar relleno o recubierto con diversos preparados de confitería, pastelería o frutas confitadas. Así, podemos encontrar múltiples variedades, desde el mazapán estándar, hasta los de chocolate, coco y otras frutas glaseadas. Las figuritas de mazapán, las marquesitas y los pasteles de gloria y de yema son algunos de sus productos derivados más habituales en estas fechas.

3- Natilla

Al fraile franciscano español Juan Altamira se le atribuye la primera receta en la que se describe un plato similar, en el siglo XVIII. Actualmente es una de las principales delicias de las celebraciones navideñas en Colombia. La forma de preparación, el gusto y el color varían según las regiones del país; aunque las clásicas natillas son de color claro y tienen un sabor suave y cremoso. La elaboración de este postre  se realiza a base de una mezcla de huevos, leche y azúcar batido, cocida a fuego lento.

4- Torta negra

 Junto al dulce de lechosa (que en otros países también se conoce con el nombre de papaya) es uno de los emblemas de la Navidad venezolana. Además del chocolate como uno de los ingredientes principales, resulta fundamental la maceración de las frutas, que consiste en remojarlas en líquido, generalmente licor, para ablandar su textura y que adquieran un sabor determinado. Entre las frutas a macerar, se incluyen ciruelas pasas, nueces, almendras, avellanas e higos.

5- Torrijas

Aunque es tradicional su consumo durante Semana Santa, en algunas zonas de España son típicas de la Navidad, como en Cantabria, al igual que en otros países de Iberoamérica. Se preparan con rebanadas de pan del día anterior, que se humedecen en leche, se pasan por huevos batidos y se fríen en aceite. Una vez que se enfrían, se bañan en almíbar o se espolvorean con azúcar y canela. Su nomenclatura es disímil, pues existen las torrijas castellanas, las torradas gallegas, las tostadas cántabras y vascas, las torrades de Santa Teresa, entre otras, pero en esencia, todas mantienen los pilares básicos de la elaboración de este postre.

6- Cabello de ángel

Por su sabor muy acentuado y su textura en hebra, es idóneo para rellenar ensaimadas, hojaldres y pasteles. Se elabora con las fibras caramelizadas de la pulpa de calabaza de cidra. El almíbar empleado en su preparación puede aromatizarse con canela o con una película de cítricos (el exterior de la piel sin corteza). En la segunda parte de esta serie sobre repostería navideña compartiremos la receta para su elaboración, y otras delicias típicas elaboradas por las monjas de clausura que también pueden conquistarte durante estos días.

7- Buñuelos en almíbar

Postre tradicional de República Dominicana y Cuba, donde suele consumirse como colofón de la cena los días 24 y 31 de diciembre. Como ingredientes principales, la yuca o la malanga ralladas, y el boniato. Para servirlos, se deben cubrir de un almíbar que puede incorporar clavo, canela y anís estrellado. En la Mayor de las Antillas es habitual moldearlos en forma de número ocho, antes de freírlos en abundante aceite.

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