Massimo Bottura encabeza la lista de The World's 50 Best Restaurants 2018 desde el pasado mes de junio como mejor chef del mundo. Massimo es todo un personaje hecho a su medida. Polivalente. Le gusta la música, el deporte y el arte en general, incluido la plástica. En una entrevista realizada por el periódico La Vanguardia (mayo 2018), Bottura, con ciertas dotes visionarias, reivindicaba el Olimpo de mejor chef del mundo, en la ceremonia a celebrar un mes después en Bilbao. Al planteamiento hecho por el entrevistador del rotativo de que "el próximo mes (junio 2018) se celebrará en Bilbao la gala de presentación de la nueva lista de los mejores restaurantes del mundo, The World 50 Best Restaurants, y que en la del año pasado, en Merlbourne, la expresión de su rostro al bajar del primer puesto obtenido en 2016 al segundo era de absoluto abatimiento. ¿Merece la pena sufrir tanto o le parece que es un juego demasiado salvaje?, Maximo Bottura respondía: "Ferran Adrià dice algo que creo que es cierto: esa lista no la encabeza el mejor cocinero del mundo sino el más influyente. Y yo creo que todo lo que he hecho y el ejemplo que he dado a todos me ha llevado a merecer ese reconocimiento. Pero he comprendido que es un juego donde el dinero es muy importante".
El chef de la Osteria Francescana, de Modena, remataba esta pregunta de una manera un tanto picante y con un cierto matiz económico "Si se celebra la gala de The World 50 Best en Australia, todo el mundo de la gastronomía, 2000 personas, van a ir allí y van a probar todos los grandes restaurantes. Si tú vas cambiando la ciudad en la que organizas la gala vas a promover esas ciudades".
Massimo Bottura tiene un carácter explosivo. Como líder que es, aporta energía a su equipo, aunque se define como sensible. Todo su entorno sabe que tiene este carácter y trata de protegerse porque una pequeña palabra le puede cambiar. Lo mínimo le cambia el humor. Está considerado un chef iconoclasta, con tradición italiana que mira el futuro. Luce tres estrellas en la Guía Michelin y ahora es por segunda vez el mejor restaurante del mundo. Su obsesión en la cocina es sacar la máxima rentabilidad a la rica y variada despensa que ofrece su tierra, siendo un gran defensor de la necesidad de evitar el desperdicio de los alimentos. Está involucrado en causas sociales, ayudando a los más necesitados con la iniciativa "Comida para el alma", abriendo restaurantes de corto recorrido en Francia, Brasil e Italia. Así es como él traduce el éxito, apoyando a los demás, y así es como también surgió uno de sus proyectos más ambiciosos, el Refettorio Ambrosiano, restaurante para gente más vulnerable ¡Todo un líder!