El mundo del vino y de los diversos sectores que están relacionados con éste se muestran activos desde hace varios lustros. De la industria del vino viven miles de familias, tanto en países de Europa, como en América, así como también de otros lares del planeta, como son Sudáfrica y de Asia. La más noble e higiénica de las bebidas, como definió el Dr. Pasteur al vino, tiene cada vez más recorrido en el ámbito de los negocios a nivel internacional.
Una iniciativa más que lo demuestra es que se acaba de presentar en la capital de Cataluña, la asociación Barcelona Allotjaments amb DO, con el objetivo de aunar fuerzas y sinergias de negocio entre bodegas, hoteles y establecimientos turísticos, fomentando, fruto de esta fusión, el producto global del enoturismo.
Tanto a las productoras de caldos como a los alojamientos, se han sumado otros patrimonios culturales de Cataluña, con el fin primordial de potenciar la economía de las diferentes comarcas catalanas en Barcelona Allotjaments amb DO. A esta iniciativa se han apuntado como socios fundadores diez hoteles y masías rurales estrechamente vinculados a la oferta de bodegas de la zona, y se espera que en un futuro próximo esta cifra aumente considerablemente.
El vino en Cataluña
Las primeras viñas de Cataluña fueron plantadas por los griegos hace más de 2.500 años. Crearon una colonia costera llamada Emporion (actualmente Ampurias -Empúries en lengua catalana–) con fines comerciales. Más tarde, los romanos expandieron la cultura del vino por toda Cataluña e Hispania. Tras la terrible llegada de la filoxera a Europa (siglo XIX), Cataluña se reinventó con uno de los vinos espumosos más famosos del mundo, el Cava
La Comunidad catalana tiene una tradición vinícola muy histórica. Actualmente, el sector vitivinícola ocupa el cuarto lugar en la industria alimentaria de esta zona y produce aproximadamente el 25% de la producción total de vino en España. La mitad de la producción de vino de Cataluña es en realidad vino espumoso.