Si estás iniciando en el mundo del vino habrás visto que existen muchos factores determinantes a la hora de servirlo y tomarlo y que deberás tener en cuenta para disfrutarlo de verdad.
Aprender de vinos no es tarea fácil, pero la pasión que despierta este universo ayuda muchísimo, y más con algunos tips que ofrecen los especialistas, y que en esta ocasión compartiremos contigo para apoyarte en tu búsqueda de la mejor experiencia enológica. Desde abrir la botella hasta servir la copa, te contamos.
Abrir la botella
Se trata de rituales. Busca un sacacorchos de calidad que te ayudará a aprender a descorchar, no es necesario invertir mucho dinero. Existen otros utensilios muy prácticos, como el corta cápsulas.
Para abrir la botella como lo haría un experto, corta la cápsula por debajo del gollete de la botella. No muevas la botella para hacer el corte, mejor mueve la mano para evitar que el vino se enturbie. Mantén la botella apoyada en la mesa mientras la abres. Gira el sacacorchos y no la botella. Si quieres sorprender con tu maña, deja siempre la etiqueta visible para las personas que van a beber el vino.
La copa perfecta
Debes contar con las copas adecuadas, ya que existen diferentes modelos de copas que sirven para apreciar mejor los matices de cada vino. El consejo, que las copas sean transparentes y lisas. Cuanto más fino sea el cristal, mejor.
Las copas que no pueden faltarte son:
Para vino tinto
Copa Borgoña: tiene una boca ancha y el balón voluminoso. Es la mejor para apreciar los aromas complejos de los vinos con crianza.
Copa Burdeos: es algo más grande y tiene la boca más cerrada para mantener los aromas.
Para vino blanco
Copa Chardonnay: es más pequeña y tiene forma de U. Su tallo es más largo para mantener mejor la temperatura del vino.
Para espumosos
Copa flauta: es la más popular, pero cada vez más expertos abogan por usar copas de tulipa, que permiten un disfrute sensorial mayor.
Servir una copa de vino
Nunca apoyes la botella en la copa. La copa no se llena entera, cada tipo de vino tiene su medida perfecta.
Vinos tintos con barrica y blancos jóvenes: un tercio de la copa.
Tintos jóvenes, rosados y blancos con madera: mitad de la copa.
Cavas y espumosos: casi llena, dejando un par de centímetros libres.
Vinos generosos: dos tercios de la copa.
Fuente: Vinetur