LA ALCARAVEA, aroma de mujer en el plato

Creado: Sáb, 07/10/2023 - 11:18
Autor:
Credito
Rodolfo Tafur
Categoría
ALCARAVEA

LA ALCARAVEA, aroma de mujer en el plato

Tu aroma de mujer, nunca se

extravia…solo queda en silencio,

en un lugar recóndito…

Por desilusiones o errores de la

vida….. sin embargo

se mantiene viva…su fragancia cual

dulce melodía. En cada pétalo colorido

embriagada de esperanza.

Comúnmente llamada alcaravea, alcarabia, alcarahueya, carvia, caravai, alcaravia, comino de prado o alcaravea... podría ser esta especia una de las más antiguas del mundo. Su utilización data de aproximadamente 10.000 años antes de Cristo. Cayo PLINIO Cecilio, militar naturalista romano, nos dice que la ALCARAVEA, aparece en Caria, de ahí deriva su nombre. Los griegos lo llamaban CAROM y los árabes lo bautizaron como, AL-KARAWIYA y popularmente tiene el nombre de “comino del prado” y “anís bastardo”. Julio Cesar (150 a.C) mandaba a preparar una especie de pan hecha con raíces de alcaravea y leche, para que sus soldados tuvieran más valor. El General Marco Valerio era muy aficionado a esta especie de condimento.

Una crónica de la cocina antigua inglesa escrita por el cocinero mayor de Ricardo II (1390) lo menciona como condimento para el Rey. Los alemanes lo consumían desde el siglo XII. En la obra “Enrique IV”, William Shakespeare, menciona al Juez de Paz Shallow con la siguiente frase: “Vamos, veréis mi huerto, donde, en una glorieta, comeremos unas camuesas (variedad de manzana) de mi propia cosecha con un plato de alcaraveas y otras cosas más…”.

Existen tradiciones como la que se da cuando se cosecha el trigo, ahí se repartía una torta con semillas de alcaraveas para que las cementeras puedieran entregar más trigo. Sus semillas eran llamadas “la semilla de la reunión”. En muchas iglesias de Norte América todavía se pueden ver ramilletes de hinojo, eneldo y alcaraveas, que significa reunirse alrededor de Dios. Las palomas domésticas y sobre todo las mensajeras no se extraviarán nunca si se les pone en la jaula un pedazo de pan de alcaravea. En la India, las mujeres se untaban con aceite de esta semilla para que sus esposos no se extravíen del camino y dícese que era eficaz contra las veleidades del amor. Los antiguos egipcios enterraban a sus muertos con un recipiente conteniendo alcaravea dentro de la tumba, para facilitar la reunión de los miembros de la familia que habían fallecido anteriormente.

Su sabor es picante, ligeramente acerbo y de agradable aroma. Su uso en la cocina puede ser semilla entera o molida. De sus hojas se preparan excelentes ensaladas, su raíz se cuece y se come acompañado de apio y es una excelente guarnición. En la “olla podrida” , su utilización es casi obligada ya que alivia la flatulencia y ayuda a la digestión. También se aromatiza el queso, panes y sopas de col con esta semilla.

Plinio tenía una receta guardada para sus amigos: “Pallum Parthicum”, Pollo al modo de la patria, “limpiar el pollo y cortar en presas. Machacar pimienta y alcaraveas, una pizca de alheña (tinte natural, llamado mata hombre, su uso es muy limitado), caldo y vino al gusto. Poner el pollo en una vasija de barro, echar sobre el pollo la maceración y reducir el vino, Cocer hasta que el pollo este suave. Cuando esté listo corregir el sabor con pimienta y servir”

De esta semilla se hacía un aceite llamado “Huile de Venus”, lo usaban las mujeres en su noche de bodas para que su piel tenga un delicioso aroma.

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