Un brindis por El Benny

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Benny More

A Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez —conocido como Benny Moré— se le recuerda en una estatua del prado de la ciudad de Cienfuegos. También en fotos fijas, pinturas, crónicas, documentales, y hasta al nombrar lugares con la apócope de su nombre.

En la historia de la cultura cubana, destacan su peculiar sentido musical e inconfundible voz de tenor. Esos atributos hicieron del Benny un maestro en todos los géneros musicales del país caribeño; aunque destacó principalmente en el son montuno, el mambo y el bolero. Sus creaciones son repetidas cada noche en bares donde el aroma de los sabrosos habanos se mezcla con la más variada coctelería cubana, tan compleja y exquisita como la misma cultura de la nación.

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Para recordar al Benny resulta imprescindible la visita a Cienfuegos, provincia ubicada al sur de Cuba y la preferida del Bárbaro del Ritmo, según expresara en una de sus célebres canciones.

Allí, en la Perla del Sur, cuentan que Benny prefería el aguardiente, y que solo lo disfrazaba en ocasiones con el tradicional Saoco cubano, bebida que se prepara mezclando ron o aguardiente con agua de coco. En la actualidad se puede servir en vaso alto, pero se recomienda la utilización de un recipiente natural acompañado de una pajilla o absorbente.

El Centro Cultural de las Artes Benny Moré, también en la urbe cienfueguera, abre sus puertas al más variado público que llega para disfrutar de tragos como Loca pasión, un nombre que inmortaliza otra de las creaciones musicales de El Sonero Mayor de Cuba. Aguardiente, jugo de naranja y licor de limón se mezclan en una copa a la que se le ha escarchado el borde con azúcar.

Otro de los cocteles famosos es, precisamente, el Benny Moré. Con la dulce aleación de helado de vainilla, café expreso, licor de cacao, licor de café y crema Bailey se obtiene una singular bebida. En 2013, la casa discográfica EGREM organizó una competencia en la que participaron cinco bartenders quienes, inspirados en la leyenda del Bárbaro del Ritmo, debían elaborar el que se revelaría desde entonces como el Coctel Benny 50, en tributo al medio siglo de la muerte del insigne cantante.

El barman Luis Arrazabal, del Café Cantante del Teatro Nacional, resultó ganador de ese tope, con una propuesta sencilla que incluye ron Añejo, licor de piña y agua tónica, con la intención de que el sabor del alcohol se disuelva entre los demás ingredientes, que la bebida sea refrescante y que, al agregarle el agua tónica, uno esté incitado a probarlo una vez más. Lo llamó "Como a ti te gusta" en homenaje a la canción "A ti cómo te gusta", del álbum III de una recopilación del Benny que con frecuencia escuchaba Arrazabal.

Añorándolo en su ausencia, los músicos y los bármanes cubanos, luego de muchas gratitudes, han sido fieles a sus creaciones, y reconocen en sus homenajes al hombre que fue Benny Moré.