La Academia Iberoamericana de Gastronomía (AIBG) se constituyó el 21 de septiembre de 2009, en el transcurso de un solemne acto celebrado en Sevilla, España. Tiene como objetivo fomentar “la investigación, divulgación y protección de las cocinas y actividades gastronómicas propias de las distintas regiones y pueblos iberoamericanos, así como cuidar de la pureza de sus tradiciones, apoyar su modernización e impulsar actuaciones integrales en materia de cooperación internacional y solidaridad”. Bajo el amparo de esta institución, y en el marco de sus funciones, es como nace la Academia Dominicana de Gastronomía.
Los Academias que integran la AIBG son la Real Academia de Gastronomía (España), Academia Mexicana de Gastronomía, Academia Brasileira de Gastronomía, Academia Colombiana de Gastronomía, Academia Portuguesa de Gastronomía, Academia Peruana de Gastronomía, Academia Dominicana de Gastronomía, Academia Chilena de Gastronomía, Academia Argentina de Gastronomía, Academia Andaluza de Gastronomía, Academy USA-East Chapter, Cátedra (Academia) Cubana de Gastronomía, Academia Panameña de Gastronomía y Academia Venezolana de Gastronomía.
Entre las actividades más notorias de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, está el otorgamiento de la “Capitalidad Iberoamericana de la Cultura Gastronómica”, una designación de marca creada para reconocer la excelencia gastronómica de un destino, entre los países iberoamericanos representados en ésta. Esto convierte a la ciudad beneficiaria en anfitriona de una diversidad de actividades que ponen en relieve su gastronomía y la ubican en el centro de las atracciones turísticas que el país promueve de cara al mundo.
La ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, tiene la opción de conseguir para el 2019 la Capitalidad de la Cultura Gastronómica Iberoamericana, según se presentó en reciente Asamblea General Ordinaria en la ciudad de Buenos Aires. Y más inmediato aún, nuestra ciudad capital espera ser otorgada la Capitalidad de la Cultura Gastronómica del Caribe para el 2017. De ser aprobado y respaldado por las autoridades locales, esto se convertiría en un importante motor del turismo local y oportunidad para que la gastronomía dominicana dé el salto cuántico que merece.
Imaginemos un año completo haciendo alarde local e internacional de nuestra gastronomía. Los protagonistas principales serán, por ejemplo, nuestras tradiciones culinarias y creaciones, nuestros rones, nuestro cacao orgánico y chocolate, nuestro café, nuestras cervezas, nuestro mabí, nuestros cigarros, nuestra azúcar, nuestros productos lácteos, nuestros vinos de Ocoa, nuestra producción agrícola, avícola y ganadera, y nuestros camarones de Sánchez, por solo mencionar algunos, todos en el marco de festivales gastronómicos, congresos, competencias , conferencias magistrales, entre muchas otras actividades culturales y educativas. Y como la música nunca se queda fuera, todo acontecería al ritmo alegre de la bachata y del merengue, luciendo así nuestros colores y sabores más exóticos y exquisitos.
La Capitalidad de la Cultura Gastronómica, cuando nos llegue, acentuará el orgullo nacional, viviendo nuestra gastronomía desde el centro de todo. Esta experiencia nos permitirá valorar lo que somos y lo que tenemos, y será un importante y trascendental canal de proyección de nuestra felicidad hacia el mundo.