Mis 10 platos iberoamericanos favoritos

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Rafael Ansón
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AIBG

Hoy quiero hablar de 10 platos iberoamericanos que he elegido por una simple razón: sencillamente, porque son mis favoritos. Y puede que lo sean, no solo por la calidad, sino por la compañía con la que tuve la oportunidad de tomarlos, quizá por las veces que los he probado, por mi estado de ánimo o por todo aquello que influye en el momento de disfrutar de las cosas, por las circunstancias de cada ocasión.

España, cuna de grandes platos

En el caso de España, sin duda, el gazpacho. Como dice todo el mundo, el mejor es el de mi casa (o, al menos, el que a mí más me gusta). En Madrid, se puede tomar uno excepcional en el restaurante Zalacaín.

Otro plato español que me encanta es la paella, en sus múltiples aspectos y facetas. Su nombre viene del recipiente en el que se elabora, la “paella”. Mi madre, que nació en Valencia, lo hacía con fesols y naps (alubias y nabos). Poco a poco, se han ido haciendo versiones con otros ingredientes como el pollo o el conejo y, en la zona de Alicante, con mariscos y pescados.

A mi hermano Luis María y a mí nos gusta mucho el arroz a banda. Uno de los lugares donde mejor lo hacen en estos momentos es el hotel Ritz de Madrid, con el sello de Quique Dacosta (el famoso cocinero de los arroces, que tiene 3 estrellas Michelin y 3 soles Repsol en su restaurante de Dénia).

De España, quiero añadir un tercer plato: las filloas. Se trata de un postre gallego similar a las crêpes, que se espolvorean con azúcar glas y canela y que se pueden servir también con miel o rellenas de nata o crema. Un lugar donde se pueden probar unas buenas filloas, aparte de en muchos restaurantes gallegos, es en O’Pazo.


Rafael Ansón en Zalacaín, tomando un gazpacho servido en copa de champagne. (Foto: Rafael Ansón)

México: el guacamole y los tacos

De México, dos platos que todo el mundo conoce: el guacamole y los tacos. Mi preferido es el taco al pastor, que se puede tomar en el restaurante Barracuda MX; aunque se ha vuelto muy popular en todos los establecimientos mexicanos de la ciudad. El restaurante Abya también puede presumir de tener un buen guacamole. He de decir que pongo ejemplos de Madrid porque es la ciudad en la que vivo, aunque quizá pasé más tiempo en un avión.

El asado argentino y la moqueca brasileña

En el caso de Argentina, el asado. Recuerdo, de las primeras veces que viajé a Argentina ―país donde hay algunos de los mejores cortes de vacuno del mundo―, que la carne no me gustaba mucho, porque la preparaban recién sacrificado el animal y la cocían demasiado.

Poco a poco, esa tendencia ha ido evolucionando, y la materia prima argentina que nos llega todos los días, junto con la merluza negra de Patagonia, la preparan aquí muy bien. En concreto, Javier Brichetto, en Piantao, que está incluido en la lista World’s Best Steaks, en el número 59. 

En el caso de Brasil, creo que, aparte de la picanha, el plato que yo elegiría es la moqueca, uno de los mejores suquet de pescado que he comido en mi vida. Lo hacen muy bien en Amazónico.


Causa limeña en Piscomar. (Foto: Rafael Ansón)


La causa de Perú y las arepas de Venezuela

En el caso de Perú, yo no elegiría el ceviche (probablemente, de origen canario) como primera opción, sino la causa limeña. Su base es la papa, extraordinario producto bandera del país suramericano, que se llama patata en casi todos los idiomas excepto en Francia ―donde es pomme de terre, literalmente, manzana de tierra, por su parecido con las manzanas con las que se elabora el Calvados en Normandía―. Muy recomendable la causa limeña de Piscomar.

De Venezuela, sin duda, las arepas en todas sus versiones, tanto saladas como dulces. Y en Madrid, las de Mantuano Bistró, donde tienen un formato degustación de “miniarepas” para probarlas de varios sabores. 


Carro de chocolates en Desde 1911. (Foto: Rafael Anón)

El cacao, de Ecuador y Colombia

De Ecuador y Colombia, el chocolate, el cacao. Este es uno de mis postres favoritos, por no decir mi absoluto preferido, en sus múltiples versiones. En Madrid, me encanta probar la variedad del carro de chocolates, en forma de placas, de Desde 1911.

En un próximo artículo, hablaré de las bebidas con las que, tradicionalmente, se toman esos platos… y también con las que se deberían tomar.

Credito
Rafael Ansón