Aste Nagusia, la Semana Grande de fiestas y gastronomía en Bilbao

Creado:
Autor:
Credito
María Carrasco
Categoría
pintxos vascos

En el País Vasco nadie se queda con hambre. Eso es casi por ley. Por eso, en Aste Nagusia, la Semana Grande de Bilbao, le hacen honor con su gastronomía más pura e identitaria, comiendo y repartiendo cazuelas de bacalao al pilpil en cualquier restaurante hasta bocatas de las txosnas más bilbaínas. 

Aste Nagusia es la semana de las fiestas principales de la ciudad de Bilbao. Cada primer sábado después del 15 de agosto se da comienzo a nueve días de la más pura fiesta bilbaína. El programa lo colman actividades culturales e infantiles, conciertos multitudinarios, deporte endémicos, dantzaris por las calles y muchas txosnas. Se trata de tabernas o casetas con música y gastronomía vasca que quien venga se sienta uno más. Este año, entre el 17 y el 25 de agosto, prepárate para celebrar el mejor Aste Nagusia, recorrer a pie toda la ciudad hasta el Arenal y ver camisetas blancas y rojas en cada rincón de Bilbao.

Habrá que esperar hasta las 7 de la tarde para empezar a disfrutar de la Semana Grande, cuando aparece el mítico personaje de las fiestas bilbaínas "Marijaia" para dar el "txupinazo", es decir, el pistoletazo de salida para las fiestas con la lectura del pregón en lo alto de la plaza del Arriaga. Desde allí arriba, escuchará el típico personaje a una multitud ansiosa de la diversión que sabe que se le viene encima coreando la canción de inicio de fiestas: "Gure Marijaia".

El plato fuerte de la fiesta bilbaína: concursos gastronómicos 

Entonces, junto a Excelencias Gourmet, vamos a comenzar un recorrido gastronómico que no te dejará indiferente. La cultura vasca guarda en su seno una tradición gastronómica bien arraigada y en Bilbao saben demostrarlo. Desde las 11 de la mañana, cada día de la Semana Grande, con el desfile de cabezudos y a ritmo de los txistus, empieza la fiesta. Tras ello, en el recinto del Arenal comienzan los concursos gastronómicos que ponen a la cocina bilbaína como elemento central de la ecuación festiva. No olvidemos que Bilbao es una de las cunas gastronómica a nivel mundial actualmente.

Nada menos que siete categorías competirán en este certamen gastronómico, hecho por y para el pueblo, donde no participan profesionales. Aquí se preparan y se comen los platos más típicos de Bilbao y lo mejor es que se cocina de cara al público, para que todos puedan ver los manjares que preparan los bilbaínos. 

En este Lehiateka Gatsronomika, como se llama al concurso en euskera, participarán platos como el pisto vegetal el 19 de agosto; la tortilla de patata el día 20; el 21 será el turno de los txipirones en su tinta; el sulkaki se debatirá el día 22; durante el día 23 se cocinará el buque insignia del bacalao al pil-pil; y el 24, el famoso marmitako. Para finalizar, el día 25 se ha añadido la categoría de Platos del Mundo, donde los participantes prepararán su mejor plato de pasta para el jurado. 

A orillas del mar Cantábrico, una joya cocinera 

Para completar el menú de cada día, debes saber que los platillos más emblemáticos de estas fiestas son los pintxos y el txacoli, un vino blanco que pocos pueden superar como bebida de aperitivo. Al ritmo de las kontparsas, grupos musicales que realizan conciertos festivos en la calle para animar a bilbaínos y visitantes, los días van pasando, pero el hambre no se sacia. 

Otro plato que alguien de Bilbao no dejará pasar son las kokotxas, una parte de la merluza que se come con salsa verde o pilpil y que ha pasado de ser comida de aprovechamiento a todo un manjar tradicional. También podrás probar la piperrada en cualquier restaurante, que es una salsa o acompañamiento de verduras y hortalizas a carnes y pescados y que va acompañada de huevos; un todoterreno de la gastronomía más tradicional. 

Para los dulces, los vascos tampoco se pierden una. Preparan pantxineta, un pastel de hojaldre relleno de crema y almendras; la goxua, otro pastel de nata, crema y azúcar sobre bizcocho en almíbar; y finalmente la intxaursalsa, crema de nueces y leche, parecido a una natilla pero con un sabor distintivo y delicioso.

Para regar un poco todas estas comilonas, los bilbaínos beben, además del suave y ácido txacoli, patxarán, ese licor dulzón compartido entre vascos y navarros, que se bebe para acabar la comida o para seguir la fiesta, indistintamente.

Credito
María Carrasco