La cerveza es una bebida emblemática de la cultura alemana, y es conocida en todo el mundo por su calidad y diversidad.
Sin embargo, en los últimos años ha habido una disminución en el consumo de cerveza en Alemania, y la Federación Alemana de Cerveceros (DBB) ha identificado varias razones para ello.
Una de las principales es el envejecimiento de la población alemana. Según la DBB, el consumo de cerveza se asocia en Alemania generalmente con la gente joven o con personas de bajos ingresos, y a medida que la población envejece, cada vez hay menos personas en estas categorías. Además, con la edad, los alemanes (de sueldo medio o alto) suelen preferir el vino.
Otra razón que ha influido en la disminución del consumo de cerveza es la movilidad actual y las reglas más estrictas de tráfico, lo que ha llevado a que las personas no beban tanto durante la semana.
Según el presidente de la DBB, además, el pasado verano (2017) fue muy lluvioso, lo que también podría haber influido en la caída del consumo de cerveza.
Otro factor importante es la mayor conciencia sobre la salud. Aunque la cerveza con moderación es saludable, muchas personas asocian la cerveza con una bebida poco saludable. En cambio, el vino goza de buena reputación en cuanto al consumo y la salud.
A pesar de la disminución en el consumo de cerveza, Alemania sigue siendo un país donde se consume una gran cantidad de alcohol en comparación con otros países del mundo.
Según datos del Ministerio de Alimentación, el consumo de agua (embotellada) casi se duplicó entre 1991 y 2021, de 79 litros por persona a unos 160 litros por persona, mientras que el consumo de vino se ha mantenido casi igual en 20,5 litros por persona.