La Reina Letizia suele marcar tendencia en moda, estilo de vida y, por supuesto, en costumbres gastronómicas. Y cuando llega la Navidad, uno de los detalles que más curiosidad despierta es qué se sirve en la mesa de la Casa Real. Este año, su postre favorito vuelve a ser protagonista: un dulce tradicional, sorprendentemente ligero y perfecto para cualquier menú navideño.
Aunque la reina no es especialmente aficionada a los dulces, hay un postre que disfruta como pocos y que, además, forma parte de sus recuerdos familiares: el helado de café, una elaboración sencilla, elegante y sorprendentemente baja en calorías.
Helado de café: el postre favorito de la Reina Letizia
Ligero, aromático y perfecto para tomar incluso en invierno, el helado de café se ha convertido en uno de los imprescindibles de las celebraciones navideñas en palacio. Su origen emocional es parte de su encanto: Paloma Rocasolano, madre de doña Letizia, es una gran amante de este helado y fue quien transmitió esta pasión a su hija.
A pesar de su aparente sencillez, este helado es un broche de oro ideal para cerrar una comida copiosa. Su textura suave y su equilibrio entre dulzor y amargor lo convierten en una alternativa fresca y nada pesada para la cena de Nochebuena.
Un postre con raíces en la cultura cafetera española
El café es uno de los grandes pilares gastronómicos del país desde hace siglos. Ha acompañado tertulias, desayunos, sobremesas y ha encontrado su sitio también en la repostería. Convertido en helado, mantiene su identidad y suma una textura cremosa que combina tradición y modernidad.
Se elabora tradicionalmente con nata o leche, café intenso, azúcar y, en algunos casos, una nota de vainilla. Además, admite infinitas versiones: menos azúcar, leches vegetales o intensidades de café más marcadas.
Cómo reducir calorías sin perder sabor
El helado de café es uno de los postres menos calóricos dentro de la repostería tradicional. Una ración ronda las 180–200 calorías, por lo que es ideal para quienes buscan darse un capricho sin excesos.
Para una versión aún más ligera:
- Reducir azúcar o usar endulzantes naturales.
- Sustituir parte de la nata por leche evaporada o bebidas vegetales.
- Usar café fuerte para intensificar sabor sin añadir calorías.
Es mucho menos pesado que los clásicos dulces navideños, turrón, mazapán o polvorones, y encaja de maravilla en una dieta equilibrada, como la que se asocia habitualmente a la Reina.
El otro postre favorito de la reina: los carbayones de Oviedo
La Casa Real también ha revelado en varias ocasiones otro de los postres predilectos de doña Letizia: los carbayones, un dulce clásico asturiano que aparece cada año en los Premios Princesa de Asturias.
Se elaboran con hojaldre, almendra y azúcar, y representan la esencia de su tierra natal. Su origen se remonta a 1924 y, más allá de su sabor, evocan recuerdos familiares y tradición.
El gusto por el helado de café y los carbayones muestra la faceta más cercana y familiar de la Reina Letizia: sabores de siempre, elaboraciones sencillas y un vínculo emocional con su origen. En una época en la que las mesas se llenan de excesos, su elección es un recordatorio de que un postre delicioso no tiene por qué ser pesado.
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