A Ana Laura Pérez Rodríguez se le conoce como “La Reina del Daiquirí en Cuba”, un título que ganó compitiendo. En entrevista al Vice Presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía, el señor, José Carlos de Santiago, asegura estar muy orgullosa de su Daiquirí tropical, un trago realizado con todas las partes del mango y el maracuyá, además de limón, azúcar y en su decoración se utiliza limón deshidratado y las semillitas del maracuyá. “Al paladar es espectacular”, asegura.
Ana Laura participó este fin de semana en el 1er Concurso Gastronómico Internacional “Mi bar en Cuba”, convocado por el grupo extrahotelero Palmares.
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— ¿Cuánto tiempo llevas siendo cantinera?
“Desde los 18 años”.
— ¿Dónde estás trabajando ahora?
“Trabajo con Artex en el Salón Rosado de la Tropical, pero también soy competidora activa de la Asociación de Cantineros de Cuba”.
—¿En cuál de las competencias internacionales te has sentido más cómoda y has tenido mejores éxitos?
“En las del Floridita. Ese lugar me acogió de una manera inexplicable. Yo no tenía ni la más mínima idea de cómo competir y sin embargo lo hice, me lancé. No es mi primera competencia, he tenido resultados tanto de primer lugar como segundo, pero ser ‘La Reina del Daiquirí en Cuba’ es estar en la alta gama, en la historia. Me siento súper orgullosa”.
— ¿Cómo armonizaste tu Daiquirí?
“Es un Daiquirí tropical que se puede armonizar con cualquier tipo de tapa, sobre todo pequeña. Este es un Daiquirí de maracuyá y mango, y como nuestro país es muy tropical, podemos maridarlo con cualquier tipo de tapas. Es un coctel muy refrescante.
—O sea, esa armonía te daría para tener un buen tostón relleno con unos chicharroncitos.
“Exactamente”.
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En la entrevista José Carlos de Santiago, desde su posición como Academia Iberoamericana de Gastronomía y como Cátedra Cubana de Gastronomia y Turismo, explicó que la Asociación de Cantineros de Cuba, creada en 1926, tuvo su sede en la calle Prado de La Habana y su escudo con signos masónicos continúa grabado en el piso, justo al lado del hotel Packard, colocado por los masones que la integraron.
Esta Asociación generó una palabra mágica que define esa profesión, la de ser “cantinero de Cuba”, algo muy particular, porque hoy muchas personas en el mundo les llaman mixólogos, otros bartenders (una de las más famosas porque a nivel internacional los ingleses marcaron siempre esa característica). No obstante, en el habla española se utilizan las palabras cantinero, coctelera o coctelero, que suenan muy bien.
“Ana Laura, utilizáis la palabra bartenders como uno de los elementos de vuestra descripción, me gustaría que fuerais implementando esta concepción. Hacia fuera podéis ser cantineros y bartenders. Hacia dentro, tengamos orgullo de palabras de nuestra marca, de nuestra profesión”, exhortó José Carlos de Santiago a la cantinera cubana.
“Lo otro es la armonía. Estáis presentando cocineros que no son chefs, o lo pudieran ser si fueran jefes de cocina, pero en esta historia, la palabra cocinero, es más bonita”, concluyó.