La vida detrás de Top Chef

Creado: Sáb, 28/11/2015 - 18:18
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Por: Antonella Ruggiero y Verónica de Santiago
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La vida detrás de Top Chef
Coinciden en que han vivido innumerables momentos de estrés y que el jurado les ha inyectado mucha presión. Son conscientes de que la vida les cambiará (de hecho, ya les ha cambiado) y que el paso por la tercera edición de Top Chef España les permitirá posicionar sus nombres y restaurantes en el mapa gastronómico del país. Hemos conversado con Mari Paz Marlo, Alejandro Platero, Marcel Ress y Luca Rodi y nos han contado esto:
 
MARI PAZ MARLO (restaurantes Marlo en Cuenca y Albacete)
¿Qué ha supuesto tu paso por Top Chef?
Una experiencia que sé que no se me va a olvidar en la vida. Es estar tres meses sumergida en la cocina y con grandes, como mis compañeros. Es duro porque he tenido que dejar el negocio y la familia. Tengo 2 niños pequeños, una de 7 y uno de 5) y han estado solos con papi durante 3 meses. Pero me llevo cuatro amigos: Carlos (Caballero), Luca (Rodi), Alejandro (Platero) y Sergio (Bastard) y una cantidad de experiencias. 
¿Cuáles son los aspectos positivos del concurso?
Digan lo que digan, que te metes en 2,5-3 millones de personas porque la televisión llega muy lejos. Entras en muchos hogares españoles y la gente te conoce. Entonces abre una puerta muy grande para que la gente venga a tu casa a conocer tu cocina. 
¿Y los negativos?
Que en Top Chef es muy difícil cocinar y demostrar lo que uno lleva dentro en un programa en el que las pruebas van tan al límite y son tan difíciles. Reconozco que me costó mucho al principio porque no daba pie con bola, el jurado me comía y Chicote me metía mucha presión. Luego, poco a poco, me fui encontrando cada vez más cómoda.
¿Qué viene ahora?
Trabajar muy duro en casa y aprovechar la cantidad de gente que vendrá a vernos para que coma bien, se vaya con un buen sabor de boca y el boca a boca que se lleven a sus zonas repercuta en la gastronomía castellano-manchega.  
 
ALEJANDRO PLATERO (restaurantes Macel.lum y Come & Calla en Valencia)
¿Existe el efecto Top Chef?
Sí, estoy más enganchado al móvil, a Facebook, Twitter, a las redes sociales. Creo que me dará la oportunidad de poner mis locales en el mapa, de poder trabajar y hacer muchos proyectos que tengo en mente. 
¿Cambiarías algo del programa? 
Algunas decisiones que (un chico interrumpe para hacerse una foto) tomé y sin las que habrí podido sacar las pruebas igualmente. Al final te presionan mucho para que sea una competición y tomas las decisiones bajo presión y eso te juega en contra. Son pruebas difíciles en las que estás siempre al límite de tiempo, de posibilidades y quedas exhausto. 
¿Cuál será el post Top Chef?
Me gusta tomar las decisiones sobre la marcha, según se va desarrollando el camino. Tengo muchas ganas de abrir una arrocería y un tallercito para hacer clases de cocina para amateurs y profesionales.  
 
MARCEL RESS (restaurante Simply Fosh, en Mallorca)
¿Cómo acabaste en Top Chef si no querías ir?
Yo no quería ir porque soy una persona muy tímida y no me sentía demasiado cómodo, pero mi equipo se encargó de coger el teléfono de recopilar los papeles y de mandarme al casting. Y me cogieron. Creo que, al final, nadie me conocía en España y aproveché el momento para que la gente supiera que había un alemán cocinando en Palma de Mallorca.
Ser una persona conocida y salir en la televisión… complicado para alguien tímido 
Es cierto que ahora tenemos más clientes y que empiezan a conocernos, pero ya no estoy tranquilo como antes. Intento seguir siendo yo mismo, pero el programa me ha ayudado a quitarme timidez. Fue una experiencia única que no volveré a vivir en mi vida. 
¿Cambiarías algo?
Creo que se pierde un poco la esencia de la cocina en un formato televisivo así. 
¿Cuál es el siguiente paso?
Estamos hablando y negociando con diferentes empresas. Está todo por confimarse, pero la idea es tener una escuela de cocina, un puesto en un mercado gastronómico y un local de alta gastronomia en formato pequeño. Todo en la isla de Mallorca. 
 
LUCA RODI (restaurante Dabbawala y catering Quilicuá, en Madrid)
¿Qué ha significado estar en Top Chef para ti?
Ponerme en el mapa y ser mediáticamente medio reconocido. Me ha ayudado a conocer a gente muy interesante, acudir a certámenes y ferias y me ha metido en una parte que no conocía de la gastronomía. 
¿Qué es lo bueno y malo de un programa como Top Chef?
La cocina está de moda y hay cocineros en cualquier canal a cualquier hora. Esto estallará en algún momento, pero mientras no pase nos viene bien y nos da valor. Sin embargo, el reality show que acompaña al producto a mí no me gusta. Sé que es muy difícil vender un programa solo de cocina, porque sería muy aburrido, así que se crea una historia dentro del concurso. 
¿Modificarías ese punto reality?
La idea es hacer un producto que se vea. Creo que con moderación y con un poco de gusto está bien. Es un programa esencialmente de cocina y de apoyo a la gastronomía española y necesitaríamos hacer más cosas en las que pudiéramos demostrar más lo que sabemos hacer. 
¿Es parte del reto del programa tener a la gente bajo estrés?
Sí, claro. Yo gestiono bien el estrés, creo, pero hay un momento en el que no puedo. A las cámaras te acostumbras rápido y te dedicas a la prueba, pero siempre te queda el gusanillo de que si haces algo más saldrá en la tele.
El próximo paso…
Seguiré con mi restaurante y lo haré cada vez mejor. Vendrá mucha gente a hacerse una foto, pero yo quiero que coma bien a un precio razonable y que, entonces, se convierta en un cliente. Ese es el reto. 

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