Representar a un país puede hacerse de muchas formas, pero José Humberto Rodríguez eligió hacerlo a través de la gastronomía. Hace treinta años llegó a España con el objetivo de conservar y compartir los sabores de Colombia, y hoy su empresa, Josepan, se ha convertido en un referente cultural y culinario para la comunidad latina. La reciente apertura de su local número 14, en pleno corazón de Madrid, consolida ese propósito.
Su contribución ha sido tal que en 2024 recibió un Premio Excelencias por su aporte cultural y gastronómico en España, acercando sabores iberoamericanos y actuando como puente identitario para miles de colombianos.
Un hogar lejos de casa
Tras más de tres décadas de trabajo, Josepan es mucho más que una panadería para los colombianos en España. Es un punto de encuentro emocional. “No pretendemos reemplazar a la mamá ni a la abuela, pero queremos ser lo más parecido posible”, explicaba Rodríguez en una entrevista con Excelencias Gourmet.
La esencia de su proyecto se resume en una intención clara:
“Traer ese pedacito de Colombia, ese pedacito de gastronomía, de amor, de atención, de sentir que hay un espacio que es propio y nos pertenece, aunque estemos fuera de Colombia”.
Ese espíritu se refleja especialmente en su nuevo enclave, ubicado entre Gran Vía, Puerta del Sol y Sevilla, una zona de gran tránsito que permite que más turistas y viandantes descubran la riqueza de la gastronomía colombiana. Para José, lo único que espera es que los colombianos vean en Josepan un buen referente de crecimiento y de que los sueños también se cumplen.
Una marca que va más allá de Colombia
Aunque Josepan nació para atender a la comunidad colombiana, su público hoy es global. Han introducido sabores colombianos en España, pero la marca es mucho más grande. Reciben turistas internacionales y se han convertido en referencia para el colectivo latinoamericano. “Estamos muy contentos de poder hacer esa mezcla, hacer esa integración de pueblos hermanos”, afirma.
El nuevo flagship tiene un propósito claro, pero Rodríguez asegura que no se trata de ambición económica: la apertura responde a una necesidad de las personas de “pertenecer a un lugar”, especialmente quienes realizan gestiones en el consulado colombiano, situado a pocos pasos.
José Humberto no puede dejar de recordar a su esposa Beatriz, con quien ha trabajado codo con codo desde hace años para hacer crecer este "imperio", en quien se ha inspirado y comparte una vida y un sueño, especialmente en la parte de pastelería, una de las pasiones de la mujer.
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Poder apretar lo que uno abarca: ¿hacia dónde va Josepan?
Respecto a su expansión, Rodríguez explica que el grupo ha decidido frenar por un momento la apertura de nuevos locales para “ordenar la casa”. La empresa acaba de inaugurar una fábrica propia, una planta de producción de gran tamaño que por ahora opera con un solo turno, pero está preparada para funcionar en tres.
Josepan ya trabaja en una línea de snacks, pastelería empaquetada y productos lácteos con potencial para distribución en toda España. También buscan reforzar su capacidad de importación.
Este punto revela otra dimensión del proyecto: Josepan no solo alimenta a una comunidad, también la emplea. Actualmente cuentan con más de 200 trabajadores en Madrid y alrededor de 500 empleos indirectos.
Un consejo para los emprendedores colombianos que llegan a España para cumplir un sueño:
A quienes llegan a España con un sueño parecido al suyo, Rodríguez les dedica un consejo contundente: no rendirse.
“No tirar la toalla, creer en nosotros mismos, saber que tenemos una fortaleza, que si llegamos aquí a España, ya hicimos el camino difícil, ya después de estar aquí hay mil oportunidades”.
Mantener la humildad, no olvidar el origen y trabajar con la mirada puesta en el objetivo sigue siendo, dice, es la mayor oportunidad que puede recibir un emprendedor.