En la III edición de Binómico, el congreso gastronómico iberoamericano que se ha celebrado en Huelva del 23 al 25 de octubre, la cocina de República Dominicana ha adquirido especial protagonismo gracias a Inés Páez, conocida como Chef Tita, y su conferencia titulada ‘La gastronomía como transmisión cultural en la hotelería’.
“Para hablar de la gastronomía dominicana, hay que empezar hablando sobre el turismo gastronómico que tenemos en nuestro país” comenzaba diciendo la cocinera. En la actualidad, República Dominicana recibe más de 7 millones de turistas al año, y con el impulso de la gastronomía local, “queremos elevar la cifra hasta los 10 millones”. Tradicionalmente, los turistas no salían de los hoteles para probar la gastronomía dominicana, principalmente porque no conocían el producto local; por lo que “decidimos crear un movimiento que se llama la Nueva Cocina de la República Dominicana”. Se trata de un movimiento sociocultural, que rescata el patrimonio gastronómico tradicional, reinventa las recetas ancestrales y promueve el trabajo conjunto con toda la cadena de valor. Con estas acciones, lo que se consigue es “llevar lo que se ha quedado en el pasado al presente, y que no se olvide esa esencia de nuestra cocina” explica Chef Tita.
La importancia de la gastronomía en la historia de un país es enorme, pues esta ha adquirido una gran influencia como “creadora de la identidad” de un territorio. Además, es una “pieza clave de la economía nacional y mundial, y es una trasmisora por excelencia de esa culturay esas raíces”. La gastronomía es capaz de transportar las tradiciones de generación en generación, sin que se pierda la esencia.
En los últimos años, cuenta Tita, destaca “su increíble capacidad de generar transmisión social”. Ahora el cocinero no se queda entre las cuatro paredes de su cocina, si no que “sale, conoce su entorno, ve los productos de proximidad, ve también que impacto social puede lograr en las comunidades y conoce lo que tiene alrededor” dice la cocinera dominicana. También destacó el potencial que tiene la gastronomía para ser el punto de enfoque para diferentes países, pues “realmente es un atractivo turístico y muchos de nosotros viajamos para comer y probar platos de una cultura distinta”.
Entre los proyectos en los que ha trabajado Chef Tita para impulsar la gastronomía y cultura dominicana, se encuentran trabajos como la diplomacia gastronómica junto con el Ministerio de Relaciones Exteriores. El objetivo es proyectar la gastronomía como marca país a través de las 49 embajadas que tiene República Dominicana por el mundo, “llevando nuestra cocina, nuestra identidad, nuestra cultura y reinventándolos para que puedan entenderse y tengan cierto nivel”. Asimismo, también está trabajando en la primera legislación gastronómica de la República Dominicana, para que se apruebe el Día Nacional de la Cocina Dominicana, y que la gastronomía dominicana sea Patrimonio Material de la Nación.
Estos mismos valores los promueve en sus dos restaurantes: Morisoñando y Aguají. El primero, Morisoñando, es “un restaurante 100% marca país”. Está situado cerca del aeropuerto, por lo que atrae a una gran cantidad de turistas. “Realmente hemos tenido mucha aceptación con este proyecto” señala Chef Tita. El restaurante está decorado con palmeras y productos ancestrales, pues quisieron rescatar todos los productos endémicos y de las plantas nativas de la República Dominicana.
En Morisoñando le dan especial importancia al producto local, “todo está hecho por manos dominicanas” cuenta Tita. “Hacemos rescate del patrimonio gastronómico y del producto local, y le damos protagonismo a toda la cadena de valor”. Por esta razón, entre los ingredientes que presentó durante la conferencia, hizo especial hincapié en la guáyiga, una raíz comestible que forma parte de ese rescate del patrimonio gastronómico dominicano y de lostaínos arahuacos.
Cocina como arma de cambio social
Dentro de Morisoñando también realizan proyectos de investigación, y a través de la Fundación Ima - “comida” en arahuaco - apoyan a la comunidad y les dan visibilidad a sus productos. Una forma de emplear la cocina como arma de cambio social, pues en la actualidad ayudan a “400 familias de República Dominicana”.
“Les damos visibilidad, digitalizando y capacitando a las mujeres para insertarlas en el mercado laboral” explica Chef Tita, en cuyo restaurante Morisoñando también incluyen un espacio donde venden los productos de estos productores, desde cacao hasta miel.
