Hay algo cuando se habla de Habanos, que inmediatamente nos conecta con tradiciones centenarias. Y es que el tabaco ya lo fumaban las culturas amerindias antes del encuentro entre el Viejo y el Nuevo Mundo. Incluso, desde esas cuestiones ancestrales era símbolo de paz y unión, expresado en la forma de sentarse a fumarlo, ritual en círculo en el que todos por un momento se olvidaban de sus jerarquías.
Siglo XXI, Hotel Tryp Habana Libre. Una conexión magnética entre Habanos, Havana Club Unión, producto icónico e ideal para armonizar con un buen siglo VI de Cohíba, todo un ambiente de degustación, conocimiento, apreciación de productos genuinos cubanos y una imbricación perfecta con la decoración del lugar y las artes plásticas.
El protagonismo en esta arista, lo asumió desde el 2001 Milton, "el pintor del tabaco". Sus obras constituyen un complemento ideal, en esta cruzada por atraer el Mercado asiático hacia la apreciación y consumo de estos dos íconos. Un mercado que viene experimentando crecimiento y que al cierre del 2018 mostró un alza del 9%en ventas de valor, con China continental a la vanguardia.
Entonces, en una jugada magistral unieron sus esfuerzos Milton, el Habano-Sommelier Fernando Fernández, y el maestro del ron cubano Asbel Morales, quienes disertaron en el campo que mejor se les da para cautivar a amantes de estos productos insignes de Cuba provenientes de Asia reunidos en el Bar Las Cañitas.
Un panorama sobre algunas de las vitolas más prestigiosas de Cohíba y Montecristo; una pequeña clase sobre mezclas, ingredientes, aromas y bouquet del Habana Club Unión-Cohíba, y una pincelada interesante dibujada en tonos de carmelita, y con la presencia perenne de hojas de tabaco en las obras pictóricas de Milton, fueron algunas de las actividades de las que pudieron disfrutar.
Hipnotizados por el poder de estos legendarios productos, cubiertos por un velo de humo fino, delicado, derivado del torcido manual del Habano, y con el sabor en boca del casi inigualable Unión, llegó una pincelada cultural, de tradiciones africanas, y puesta en escena por la prestigiosa compañía de variedades de Rockland.
La piscina y el bar Las Cañitas se convirtieron en el hábitat de un grupo de asiáticos, quienes de seguro transmitirán esta experiencia a sus coterráneos, ya convencidos de que nuestros Habanos, y nuestro Ron, coquetean o lideran a los mejores del mundo.
Algunos números constatan nuestra afirmación: Ernesto González, director de Marketing Operativo de Habanos S.A., detalló en rueda de prensa que los negocios al cierre del 2018 reportaron 537 millones de dólares en ventas.
Añadió que a nivel mundial, este rubro ubicó alrededor de 450 millones de unidades, de las que Cuba alcanzó el 70%, y el 80% en valores.
La Isla contaba en el extranjero con 148 Casas del Habano, así como también otros puntos de venta, entre ellos mil Especialista Habanos.
En materia de crecimiento por zonas geográficas, en primer lugar se posiciona Europa, mercado sólido que representa el 53 por ciento de las ventas, donde España se ubica en el puesto principal (22%), mientras que otros países de gran relevancia son Suiza (16%) y Alemania (15%).
Ya hablábamos del liderazgo de China continental, en el 9% del crecimiento asiático, en tanto África y Oriente Medio tuvo una subida del cinco por ciento.
América, segunda de mayor relevancia en la comercialización, con el 18 por ciento de las ventas a nivel mundial, reflejó un crecimiento del dos por ciento en valores, liderado por Cuba -quinto mercado mundial del Habano- y la zona del Caribe.
Un round con Milton, el pintor del Tabaco
Su lazo con el tabaco, esa conexión que caracteriza su obra, más allá de virtudes pictóricas o técnicas empleadas, pasa esencialmente por la utilización de hojas de tabaco conservadas, lo que le confiere fortaleza y le imprime un elemento de identidad nacional.
Esas fueron las palabras iniciales de Milton, con un profundo sentimiento de respeto hacia ese producto icónico.
"El que a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija… Yo parafraseando la convertiría en El que a buena hoja se aproxima, buena sombra lo cobija.
Y es justamente eso, yo sencillamente estoy heredando un prestigio ganado desde antes de 1492 hasta la fecha. Y esa incrustación de la hoja de tabaco natural, conservada, químicamente hace que no solamente disfrutes del tabaco como un producto de consumo, sino también como una obra de arte.
¿Por eso se mueve en las tonalidades de carmelitas que pudieran tener las diferentes capas del tabaco?
"Definitivamente. Según estudios realizados, las hojas de tabaco pueden poseer una gama de hasta 60 colores.
Entonces mi obra se subordina cromáticamente a ese espectro. Hago una selección de colores avalado por la opinión de personas que ya conocen. Soy con mi obra solo la punta del iceberg, debajo se halla la sabiduría de muchas personas que tienen cierto grado de participación en la misma".
¿Cómo y cuándo se gesta la idea de seguir esta corriente pictórica que usted manifiesta?
"El descubrimiento y pie forzado se lo debo a mi hermana. Ella es bioquímica, y logró en 1990 conservar una flor en su color natural. Diez años después mantenía su color.
Al cabo de ese tiempo decidimos probar con la hoja de tabaco. Inicié esta corriente pictórica en el 2001, luego de descubrir que la hoja del tabaco preservaba todas sus propiedades al ser conservadas. Lo hice entonces en papel artesanal. Hoy día las obras mantienen su color, su plasticidad, sin correr riesgos de sufrir daños. Mantiene de manera permanente sus propiedades, al punto de ser avalado por casi 20 años de labor. De hecho, en mi galería conservo una obra de esa fecha. Fue definitivamente una alianza con mi hermana. Estoy muy ligado a su preparación técnica de la hoja y la incorporo a mi obra".
¿Escenarios dónde ha tocado puerto su material?
"He expuesto en cerca de 15 países. Hay obras que forman parte de colecciones permanentes privadas en museos de Estados Unidos, Bratislava, Viena, España, espacios públicos, pero esencialmente en negocios que estén muy conectados con la cultura del Habano. Clubes, tiendas, sitios de degustación".
¿Si le dijera tabaco, Cuba y La Habana, que sensaciones le despertaría?
“Me gusta ser cubano, no me hallaría ni te puedo decir cómo me sentiría siendo de otra nacionalidad. El mayor orgullo es llevar mi obra como cubano a otro país. Es un componente esencial. Quizás por ese sentimiento de identidad muchas personas la aprecian más.
Soy hijo de Guanabacoa, cuna de ilustres personalidades vinculadas a las artes en sentido general… Para mí ha sido como tierra Santa para las artes.
Mi obre responde entre otras razones de peso a rendirle tributo a los cubanos, los reflejo en mis temáticas. Estoy muy marcado por el hecho de ser cubano y habanero.
El tabaco representa para mí, a pesar de poseer el defecto de fumarlo, el lograr que las personas lo disfruten en otra variante, una de carácter artístico. El reconocimiento, estar presente en eventos de la más diversa índole, es el mayor premio para estas casi dos décadas de trabajo intenso. Cuando se habla del arte en el tabaco me tienen en cuenta y por eso estoy muy agradecido a Dios y a toda persona que me rodea y tiene un ínfimo grado de involucración con esta ruta de vida que escogí llevar.