Una nueva edición del Balcón de Habano Bayamanaco tuvo lugar el 21 de febrero. En los predios del novísimo Gran Hotel Bristol La Habana se reencontraron los apasionados del tabaco Premium con muchísimas razones para celebrar. La cita especial que cada año anticipa el Festival del famoso puro tiene, además, un toque distintivo: viene a ser la máxima expresión de una vocación por la cultura y la identidad cubanas entendidas desde la gastronomía, a la vez que acoge a amigos de todo el orbe llegados a fin de participar en el gran evento anual.
Tal como nos comentó en exclusiva Juan Jesús Machín, quien desde hace varios años funge como líder del club, "el Balcón de febrero es el más importante y nos pareció ideal para celebrar grandes satisfacciones como la séptima graduación del curso Habanossommeliers, la fundación de la Asociación de Sommeliers de Cuba, el 500 +1 de La Habana, el Festival del Habano y la inauguración del Gran Hotel Bristol".
Al respecto, los asistentes coinciden que este fue un encuentro fabuloso. A la entrada pudimos disfrutar de un Mojito Royal, directa alusión a un clásico de la coctelería cubana que en este caso ganó notas aún más apetitosas con el champagne Mumm. Como primer momento el Petit No.2 de Montecristo despertó las papilas preparándonos para una tríada de destilados de estirpe, los rones Santiago 12, Legendario 15 y Habana Club 15 años, lo cuales dialogaron en diversas tonalidades con el Doble Edmundo de Montecristo.
Contar con productos tan notorios fue un verdadero privilegio. Montecristo es una de las marcas con más prestigio del vitolario cubano, con una historia riquísima, tanto como sus expresivas características organolépticas. Por su parte, los rones propuestos ofrecían desde sus particularidades, la oportunidad de evocar a la cultura cubana con diferentes expresiones del destilado, también en gama Premium. Al cierre se hizo honor nuevamente a la coctelería y toda su versatilidad. Para esta ocasión finalizamos con un café frio, expresado en el coctel Capitolio Express donde se conjugó el ron Añejo Legendario con licor de coco y café cubano, entre otros ingredientes.
"Siempre buscamos que nuestras reuniones hagan honor a una gastronomía de calidad y que sea a la vez atractiva", -dice Machín-. "Por ello, además, las tapas que nos ofreciera el hotel y su chef dieron un matiz aún más estilizado, más gourmet, a nuestra cita, consolidando los maridajes. El Balcón es un encuentro entre profesionales del servicio y nos motiva trabajar por la perfección. Se trata de avanzar aunando la trilogía que hoy conforman la Asociación de Cantineros, la Federación Culinaria, y la Asociación de Sommeliers de Cuba, en auténtica defensa de nuestra cultura".
A propósito de la reunión sibarita y la exclusiva locación elegida para este momento conversamos con Thierry Brinte, Director General de la cadena Kempinsky y Regla Isabel Mejías, Directora Adjunta del Gran Hotel Bristol La Habana. Según refieren, la idea de desarrollar el encuentro en uno de sus salones llegó por la hermandad que existe con el hotel Manzana Kempisky, donde radica Juan Jesús Machín, quien propuso la experiencia tomando como motivo lo especial del encuentro. Es así que dicho evento se convirtió en la primera actividad profesional desarrollada en el hotel luego de su inauguración hace solo unos días, el 17 de febrero.
Con respecto al empaste de las tapas, que incluían tanto referencias a la cocina internacional y latinoamericana, como a platillos y sabores auténticamente cubanos recreados desde una perspectiva más cercana a lo gourmet, explican que su elaboración partió de una conversación previa entre el chef Fernando Quevedo, la dirección de alimentos y bebidas del hotel y los organizadores del Balcón, con el propósito de armonizar los matices propios de los habanos y rones, con los bocados a ofrecer.
El Balcón del Habano Bayamanaco es uno de los encuentros más emblemáticos si de hacerle honor al mejor tabaco del mundo se trata. Sus reuniones ponen siempre a dialogar puros de alta estirpe junto a bebidas rotundas (sobre todo espirituosos), y generan un intercambio profesional ciertamente muy interesante y didáctico.
El Gran Hotel Bristol cuenta con 164 habitaciones y sus cuatro puntos de venta hacen referencia a espacios del cercano Capitolio habanero, tal es el caso del lobby bar Los Pasos Perdidos, o su bar panorámico El Diamante. Destinado a mercado Luxury, mantiene la arquitectura externa original de la instalación combinándola con un interior estiloso y chic.