El medio francés Le Figaro confirma que Robuchon murió de cáncer este lunes en Suiza, más de un año después de recibir tratamiento por un tumor pancreático.
Robuchon llevó a la fama los platos con base en el puré de patatas. Tenía restaurantes en ciudades como Tokio, Bangkok, Shanghái, Mónaco y Las Vegas. El chef ganó su reputación con su restaurante Jamin, en París, a principios de los años 80 y se convirtió en mentor del cocinero británico Gordon Ramsay y el francés Éric Ripert. Muchos lo caracterizaban por ser perfeccionista y por utilizar pocos ingredientes, por mantener un estilo de preparación simple y por evitar los excesos de la nouvelle cuisine francesa.
"Cuanto más mayor me hago, más me doy cuenta de la que verdad es que cuanto más simple es la comida, más excepcional puede ser ", dijo en 2014 a Business Insider. Nacido en 1945 en Poitiers (centro-oeste de Francia), Robuchon recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera, como el título de mejor cocinero del siglo por Gault & Millau, en 1990, que se sumó a las 32 estrellas Michelin que recogió por platos como su tarta de trufas.
El chef, hijo de un albañil, quería ser cura, pero cuando empezó a cocinar para otros seminaristas descubrió su pasión: reconocida y premiada.
"El mayor profesional que la cocina francesa ha tenido jamás. Un ejemplo para las generaciones futuras de chefs", escribió en Twitter el jefe de cocina del Palacio del Elíseo, Guillaume Gómez, uno de los primeros en despedirse del maestro. "Joël Robuchon, un chef visionario y el que tenía más estrellas del mundo, nos ha dejado hoy. De París a Shanghái, su savoir-faire convertido en arte hizo brillar a la gastronomía francesa y continuará inspirando a las jóvenes generaciones de chefs", compartió en Internet el vocero Benjamin Griveaux.
Cuando cumplió 50 años, después de que su restaurante Joël Robuchon fuera nombrado el mejor del mundo por el diario International Herald Tribune, el chef se retiró de los fogones para dedicarse íntegramente a la transmisión de conocimientos, lo que consiguió participando en numerosos programas de televisión.
Su intención fue hacer la cocina más accesible al gran público y lo logró con programas como Bon Appétit Bien Sûr, en el año 2000, donde un chef presentaba cada semana recetas simples y baratas, o emisiones como Planète Gourmande, a partir de 2011. Sus viajes por Japón y su descubrimiento de los bares de tapas en España lo inspiraron en la creación de un nuevo concepto de restaurante, con un ambiente más dinámico y jovial, pero ofreciendo productos de gran calidad, que se concretó en L'Atelier, que cuenta con varios locales en París.