Parece ser que no. Así lo ha indicado el Centro de Información Cerveza y Salud a raíz de los resultados del sondeo sobre “los hábitos de hidratación en verano de los españoles” donde, según han apuntado los encuestados, solamente un 24% conoce la cantidad diaria de líquido recomendada1, la cual equivale a 2 litros diarios de líquido para las mujeres y 2,5 litros para los hombres, respectivamente.
Mantener un nivel de hidratación adecuado resulta indispensable para el correcto funcionamiento físico y cognitivo, especialmente durante el verano, ya que con la llegada de las altas temperaturas es necesario un mayor aporte de líquidos para el organismo que nos permita prevenir los efectos de la deshidratación.
Para evitar los efectos negativos de la deshidratación es muy importante beber agua. El agua es el componente mayoritario de las células del cuerpo, todas las estructuras y tejidos de los seres vivos contienen agua, es el disolvente básico universal. Ejerce numerosas funciones que a priori pueden pasar desapercibidas, como que es el elemento responsable del metabolismo de todas células, regula la temperatura corporal y la tensión arterial, es necesaria para la correcta lubricación de las articulaciones y de otros tejidos… además, el cuerpo humano se compone por un 60% de agua, por lo que necesita esta materia para sobrevivir y funcionar correctamente.
Según los manuales “Manual de la hidratación y la cerveza” y “Cerveza, Hidratación y Mayores” elaborados por la Sociedad Española de Dietéticas y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), en colaboración con la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Metabólicas Óseas (FHOEMO), existen varios grupos de riesgo como ancianos, deportistas, mujeres embarazadas y lactantes, que deben atender de forma especial a la ingesta de líquido ya que tienen una mayor necesidad de aporte hídrico. Respecto a los resultados obtenidos de la encuesta antes citada, apenas un 31,5% de los mayores de 65 años señala que el consumo de líquido debería ser superior, lo cual es preocupante por formar parte de los denominados grupos de riesgo.
El agua debe ser la fuente principal a la hora de cubrir las necesidades hídricas del organismo, si bien hay que tener en cuenta que la ingesta puede completarse con otro tipo de alimentos como la fruta de verano, especialmente la sandía, el melón y la papaya por su alto contenido en agua; el pepino, el tomate o el calabacín, así como con otras bebidas como el gazpacho, el té y las infusiones, los zumos o la cerveza, que por su composición resulta ser una alternativa saludable para la hidratación del organismo.
Asimismo, numerosos expertos han indicado la necesidad de beber de forma continua la cantidad recomendada sin esperar a tener sed. La explicación es sencilla, cuando aparece la sensación de sed ya se ha producido un desequilibrio, por lo que se reduce el rendimiento y la resistencia del organismo. Así, el 51,5% de los españoles bebe solo cuando tiene sed, frente a un 48,2% que lo hace regularmente. Eligen el agua, que es la bebida más consumida en verano con un porcentaje que alcanza el 98% de la población española, si bien un 53,1% elige la cerveza como una bebida adecuada para hacer frente a las altas temperaturas veraniegas.
¿Por qué puede hidratar la cerveza?
La cerveza, tanto en su modalidad tradicional como sin alcohol, es una bebida elaborada mediante un proceso de fermentación a partir de ingredientes naturales (agua, cereal malteado y lúpulo) que le confieren una serie de nutrientes y micronutrientes. Está compuesta en un 92% por agua, motivo principal por el que es una bebida idónea para combatir las altas temperaturas, siempre y cuando se haga de ella un consumo moderado y responsable, es decir,2 ó 3 cañas diarias para los hombres y 1 ó 2 para las mujeres.
Asimismo, su ingestión conlleva el aporte silicio, potasio, fósforo, calcio, magnesio y un alto número de vitaminas del grupo B. Además contiene carbohidratos como las maltodextrinas que reducen la velocidad de vaciamiento gástrico, se metabolizan lentamente liberando unidades de glucosa que pasan progresivamente a la sangre.
Hábitos diferenciados
En cuanto a la manera en la que se hidratan los españoles, cabe destacar cómo el calor influye de manera decisiva en el modo que tienen de hidratarse los españoles, ya que las comunidades del norte de la península perciben que las cantidades de líquido diario son inferiores a 1,5 litros mientras que las comunidades de la meseta y del levante son las regiones que señalan en mayor medida que el consumo de líquido debe superar los 2 litros diarios.
Consejos para una hidratación saludable
Apenas un 65,7% de los españoles reconoce preocuparse más en verano que en invierno por mantenerse hidratado aunque las necesidades hídricas durante esta estación de año sean más importantes debido a los efectos del calor.
Un 80,7% dice conocer los efectos adversos de una mala hidratación aunque apenas el 24% sabe que las necesidades hídricas del organismo superan los 2 litros diarios.
Asimismo, según los datos de la encuesta, cerca de un 15,5% de los españoles reconoce haber sufrido un golpe de calor por la falta de una correcta hidratación.
Para evitar los efectos de la deshidratación, la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación recomienda “ingerir agua suficiente distribuida a lo largo del día, pudiendo quienes lo deseen ingerir también otras bebidas, entre ellas, la cerveza tradicional, siempre de forma moderada, y la cerveza sin alcohol”. Además, recomiendan 8 sencillos pasos con los que podremos prevenir la deshidratación:
1. Se necesitan entre 30-35 ml de agua al día por cada kg de peso
2. Beber agua con frecuencia, incluso cuando no hay sensación de sed
3. La ingestión de líquidos debe hacerse de forma gradual. Es recomendable una mayor cantidad por la mañana y a media tarde
4. Aumentar el consumo diario de frutas, verduras y ensaladas
5. Puede complementarse la ingesta con otras bebidas (zumos, infusiones, lácteos, cerveza sin alcohol y cerveza tradicional moderadamente
6. Es preferible que la temperatura de la bebida esté entre 11 y 14ºC
7. Evitar la exposición al sol de forma continuada, especialmente entre las 12 y las 17 horas
8. Aumentar el aporte hídrico, antes y después de la práctica de ejercicio físico
1Según datos facilitados por la EFSA (European Food Safety Authority)
Fuente: Qcom.es