Diariamente nuestro cuerpo realiza un sinnúmero de procesos en los que se pierde agua, por lo que la piel tiende a resecarse, además de disminuir la humedad de nuestro organismo, necesaria para funcionar bien.
En condiciones normales y con un adecuado funcionamiento del riñón, una persona pierde alrededor de 1450 mililitros de agua al día, distribuidos entre el agua como orina (500 mililitros), durante la respiración como vapor de agua( 600 mililitros), en el sudor (200 mililitros) y desde luego dependiendo de las condiciones climáticas y actividad física que se realice y por la materia fecal (150 mililitros).
Es necesario que ayudemos al cuerpo a mantener el equilibrio, compensando esta pérdida, tomando no menos de 1,450 mililitros de agua diariamente y mucho mejor si completamos los dos litros. Lo recomendado es beber de la siguiente manera:
-. Por la mañana: 1 litro consumido a lo largo de un periodo de 30 minutos.
-. En la tarde: 1 litro a lo largo de un periodo de 30 minutos.
-. Y en la noche: 1 litro a lo largo de 60 minutos y no cenar hasta media hora después.
Hay que tomar en cuenta que los alimentos sólidos también aportan una cantidad considerable de agua a nuestro organismo, por lo que finalmente una cantidad adecuada es de 6 a 8 vasos diarios.
El no beber la cantidad suficiente de agua provoca en nuestro organismo una serie de malestares, indicándonos con ello que el agua que les estamos suministrando no es suficiente. (Fuente: http://providenceenespanol.com/)