El crudo invierno que está viviendo Estados Unidos, caracterizado por las abundantes nevadas, ha hecho que algunos hayan puesto buena cara al mal tiempo y aprovechen la nieve para… hacer helado.
La receta es muy simple, lo único que necesitan para prepararlo es un bowl, vainilla (esencia, extracto o vaina) y un ingrediente base: ya sea arequipe, leche condensada o nutella.
Luego, tienen que sacar su bowl a la intemperie y esperar a que este se llene de nieve; posteriormente, deben mezclar su base con la nieve hasta que ambas se incorporen de forma uniforme.
Aunque las consecuencias sobre la salud no están determinadas aún, por lo cual se recomienda mucha moderación en su consumo, lo cierto es que nada hay de extraño en esta invención, pues en realidad se está volviendo a los orígenes del helado en la antigüedad, cuando la nieve saborizada era un manjar exclusivo de los más ricos.