La “nueva” Real Academia de Gastronomía, Corporación de Derecho Público desde el pasado verano, ha llegado a un acuerdo con el Club Financiero Génova, en el Centro Colón, para tener allí su domicilio social; por lo que la Cena de Navidad de este año tuvo lugar en su restaurante.
El espacio del Club
Se trata de un Club en las plantas 13 y 14 del Centro Colón, en la Plaza de Colón, con impresionantes vistas de Madrid, sobre todo desde su terraza, ideal para cuando mejore el clima.
Destacan también sus salones muy bien amueblados y la atención amable, protagonizada por uno de los mejores profesionales de la restauración que tenemos en España: Alfonso Jordán (anteriormente, director de La Gavina, en S’Agaro; y de los Hoteles Ritz e Intercontinental de Madrid).
El Club Financiero tiene un estupendo restaurante, con una buena cocina a precios razonables (es recomendable reservar antes o que llame un socio; pero, en general, es asequible y merece la pena conocerlo).
Una cena admirable, de la mano de Paco Roncero y Sergi Arola
El menú de la cena de la Real Academia de Gastronomía fue diseñado y dirigido por dos cocineros, cuyos restaurantes han conseguido tres soles en la Guía Repsol 2011: Sergi Arola, en Sergi Arola Gastro; y Paco Roncero, en la Terraza del Casino.
Además de dos Jefes de Cocina fantásticos y la brigada del club, todos con una gran capacidad de gestión y de organización.
Durante la cena, absolutamente admirable, se intercalaron las preparaciones de Paco Roncero y de Sergi Arola. El banquete comenzó con 10 diversos aperitivos de Paco Roncero (café, menta, pasión; pistacho nitro; corte de foie de pan de especias; cococha de bacalao con tempura de oliva negra; croqueta líquida de jamón ibérico; dumpling de berberecho; bogavante con sopa de aceite; dentelle de trufa; bizcocho de sésamo negro con miso y bocadillo de chorizo).
Seguidamente, una royal de liebre (de Sergi Arola); el lenguado a la “meunière” (de Paco Roncero); la escudilla con foie gras (de Sergi Arola) y los ravioli de aceite de oliva (de Paco Roncero).
Los vinos
El menú fue completado, a la perfección, por unos vinos extraordinarios. Durante el aperitivo, el cava Gran Torelló y el Amantillado Tradición, uno de los mejores vinos del mundo; el Fino la Panesa, elaborado como se hacía antes.
En la mesa, dos vinos de una nueva Bodega –que ha sabido incorporar la calidad de los caldos a la belleza en el diseño de las botellas– se trata de Loess, del empresario Ildefonso de Miguel, que cuenta con dos variedades: un fantástico blanco de Rueda, básicamente Verdejo pero con algo de Sauvignon; y un tinto de Ribera del Duero, 100% Tempranillo; es decir, tinto fino. Ambos muy elogiados por los comensales.
Sin lugar a dudas, la cena ha marcado un buen punto de partida para la “nueva” Real Academia de Gastronomía.