Las tapas, una delicia desde Alfonso X

Creado: Lun, 23/09/2013 - 02:43
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Por: Verónica Martos
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Las tapas, una delicia desde Alfonso X

Andalucía Sabor, que se celebró esta semana en Sevilla, ha colocado en centro de la gastronomía el valor de las tapas. Reconocidos cocineros han destacado el recorrido de este delicioso aperitivo a lo largo de la historia.

La tapa forma parte de la cultura popular de España. Un plato conocido internacionalmente tanto como los San Fermínes o la Tomatina. Las tapas, con pan o sin él, de cuchara, frías o calientes, se ofrecen en la mayoría de bares del país acompañando la típica caña de cerveza. Es, sin duda, uno de los placeres imprescindibles para los españoles.

El origen de la tapa es incierto. Existen muchas leyendas en torno a cómo y cuándo se comenzó a ofrecer este pincho junto con la bebida. Unos afirman que fue el rey Alfonso X El Sabio en el siglo XIII el que ordenó que se sirviera junto a la copa de vino algo de comida en los mesones de Castilla, para que el vino no subiese tan rápido a la cabeza. Además, la tapa no se servía en un plato, sino que la colocaban sobre el vaso, de ahí el origen de su nombre, ya que la comida ‘tapaba’ el envase.

El objetivo de ofrecer comida y utilizarla para tapar la bebida estaba también relacionado con evitar que algún insecto o sustancia se colara dentro del vaso. Jamón, chorizo o queso eran alguno de los pinchos más ofrecidos en aquella época, tradicionales platos que, aunque aún a día de hoy se siguen poniendo, han dejado hueco a otro tipo de platos más elaborados.

Otra de las historias que se cuentan sobre el origen de la tapa también está relacionada con el rey Alfonso X. Se cuenta que el monarca estaba de visita oficial en la provincia de Cádiz e hizo una parada gastronómica por el actual Ventorrillo del Chato.

En el local, Alfonso X se pidió una copa de Jerez, al mismo tiempo que entraba una corriente de aire que arrastraba arena de la playa. En un gesto rápido, el camarero tapó la copa con una loncha de jamón para que no le entrara arena. El mesero se disculpó ante el monarca por su atrevimiento y le ofreció la explicación a tal acción. El resto de los acompañantes de la corte aprobaron el gesto y pidieron una copa pero con otra ‘tapa’ igual.

La misma leyenda relata también que de este encuentro no sólo surgió la tapa y su nombre, sino que la denominación de chato al vaso de vino también procede de ella. Se cuenta que el camarero tenía una nariz prominente y  le apodaban sarcásticamente ‘El Chato’. En el lugar, Alfonso X le inquirió al camarero que lo recubriera, con la frase ‘Chato, tápalo’ y de ahí el origen de designar chato al vaso de vino.

Basada en esta misma historia se dan diferentes versiones. Unos atribuyen el encuentro al rey Alfonso XIII y otros a Fernando II de Aragón, en una visita a Cádiz desde la Isla de León (actualmente San Fernando). En la historia se cambia la arena por moscas y el jamón por salami.

Una última leyenda datada también en la Edad Media cuenta que durante el reinado de los Reyes Católicos y provocado por los incidentes que tenían los carreteros a la salida de las tabernas por la ingesta de cerveza y vino, se les obligó a los camareros a servir la bebida con una tapa, compuesta por algo de comida fría (jamón o queso). Los carreteros debían comer antes para poder quitar la tapa y beber así el contenido de la copa. Con esta medida se buscaba reducir el número de accidentes provocados por los carreteros a la salida de las tabernas.

Sea cual sea su nacimiento, la tapa ocupa un lugar primordial en la gastronomía y cultura española. Un suculento plato que nos ha acompañado durante siglos y que seguirá teniendo una importancia determinante en nuestras comidas y hábitos. Fuente: www.qcom.es

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