Los zumos y néctares son una fuente importante de vitaminas, minerales y antioxidantes con todos los beneficios nutricionales que ofrece el producto fresco, ya que sus propiedades se encuentran en una cantidad similar a las de la fruta de origen, una de las fuentes principales de estos nutrientes.
Su consumo proporciona diversos nutrientes necesarios para el organismo con la ventaja de que algunos componentes pasan directamente a la sangre, sin necesidad de digestión previa ni de desgaste energético. En cuanto a vitaminas, el zumo de frutas destaca por su contenido en A, B9 y C con gran capacidad antioxidante.
De esta manera, es un producto especialmente recomendado para los niños y adolescentes ya que proporciona gran parte de los nutrientes diarios que éstos necesitan para su crecimiento y desarrollo. Un estudio realizado en niños, a partir de los dos años, por el Sistema Nacional de Salud y Nutrición (NHANES) de Estados Unidos, a través de una Encuesta Nacional de Nutrición en el periodo 2003-2006, demostró que el consumo habitual de zumo en niños mejora la calidad de su dieta.
Los zumos comerciales, una fuente de vitamina C, A y B9
El libro Blanco del Zumo francés señala que los zumos de frutas son buenas fuentes de vitamina C, B (ácido fólico) y provitamina A (beta caroteno), así como de algunos minerales como el potasio y el magnesio.
Estos micronutrientes aseguran un óptimo funcionamiento cerebral, desempeñan un papel destacado en la construcción y el mantenimiento de los huesos y ejercen una importante acción antioxidante. En este sentido, las frutas, con las que se elaboran los zumos envasados, aportan gran parte de las vitaminas que necesitan los más pequeños.
La Vitamina C, una de las fuentes principales de antioxidantes y que favorece la absorción del hierro, es una de las vitaminas más importantes en las necesidades fisiológicas del individuo. Los zumos envasados contienen gran parte de la Vitamina C recomendada a diario. Especialmente, la naranja que contiene entre 30 y 46 mg de vitamina C por cada 100 ml de zumo.
Además, los zumos de fruta contribuyen con una buena porción a la ingesta diaria recomendada de ácido fólico (vitamina B9), muy presente en los zumos de naranja, pomelo y tomate. Dentro de las vitaminas liposolubles (A, D y E) destaca la importancia de la provitamina A, con una alta capacidad antioxidante, además de participar en el mantenimiento y la mejora del metabolismo óseo o la función visual.
Los zumos de tomate, melocotón y manzana son los tres zumos comerciales con mayor aporte de vitamina A. El principal es el de tomate que contiene de 182 a 630 mg de vitamina A por cada 100 ml de zumo. Por detrás se sitúa el de melocotón, con 189 mg por cada 100 ml; y la manzana con un aporte de entre 30 y 60 mg.
Otro tipo de vitaminas presentes en los zumos de frutas aunque en menores cantidades son la B1, B2, B3 y B6 especialmente en la naranja y el tomate.
Un zumo de naranja cubre la ingesta diaria de vitamina C
La vitamina C es una de las más importantes en el desarrollo de los más pequeños. Ayuda a las células a protegerse de los oxidantes, favorece la formación del colágeno, fortalece la dentadura, previene las infecciones y potencia la absorción de hierro.
Debido a la importancia de este nutriente, el Panel de Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias elaborado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece que la dosis recomendada en relación a la ingesta de vitamina C en los menores es de 20 mg/día para los niños entre 7-11 meses y para aquéllos entre 1 y 3 años. Esta recomendación asciende a 30 mg/día para niños entre 4 y 6 años y a 45 mg/día para niños de 7 a 10 años. En relación a los niños más mayores (entre 11 y 14 años), los valores de referencia se sitúan en los 70 mg/día.
El Libro Blanco del Zumo francés afirma que el consumo de zumo es la primera fuente de vitamina C en niños y adolescentes. De hecho, los zumos de frutas proporcionan casi el 20% de la vitamina C que ingieren los adultos y casi el 40% en niños y adolescentes.
Los zumos de cítricos, multifrutas y de fruta exótica son los que presentan mayor aporte de vitamina C. Por ejemplo, con sólo un vaso de zumo de naranja (200 ml) se puede cubrir casi la totalidad de la ingesta diaria recomendada de vitamina C (80 mg/día).
En este sentido, el consumo de zumos tiene gran importancia en la ingesta de nutrientes. De hecho, sólo el 20% de los niños que no consume zumos logra cubrir las necesidades nutricionales de vitamina C. En cuanto a los adolescentes, sólo el 12 % de los no consumidores de zumos logra alcanzar las cifras de ingesta de vitamina C recomendada, frente al 64% de los consumidores de zumos.