A partir del 1 de enero, Alicante asumirá el título de 'Capital española de la gastronomía', sucediendo a Oviedo, que ha sido la ciudad galardonada con este reconocimiento en 2024.
Después de que otras ciudades optarán por postergar sus propuestas para nuevas convocatorias, Alicante solo compitió esta vez con la ciudad de Antequera en Málaga. Ambas propuestas fueron evaluadas por el Comité Técnico de esta iniciativa, la cual cuenta con el respaldo de organismos como la Secretaría de Estado de Turismo, el Ministerio de Agricultura y la Organización Mundial del Turismo.
Para obtener este título, las ciudades tienen que entregar un extenso dossier en el que muestran un análisis detallado de su gastronomía y su sector hotelero. Esto incluye platos típicos, productos que cuentan con certificaciones de calidad, rutas gastronómicas y turísticas, entre otros elementos. En el caso de Alicante, parece que estos argumentos han tenido un mayor impacto a la hora de convencer al jurado.
El alcalde, Luis Barcala, ha expresado su alegría por esta magnífica noticia para la ciudad, destacando que Alicante merece ser reconocida como la capital gastronómica de España debido a su cocina única, la excelencia de sus productos locales y la dedicación de sus profesionales de la hostelería.
Esta distinción tendrá un impacto positivo de más de 15 millones de euros en promoción y visibilidad para Alicante, afirmó Barcala.
Alicante, el mediterráneo en la gastronomía
De esta manera, la ciudad que encabeza la Costa Blanca será, el año próximo, la sede de la gastronomía de España, recogiendo el testigo de Oviedo. Su variada oferta culinaria y su abundante producción local tienen, sin duda, múltiples motivos que justifican este prestigioso reconocimiento
Solo imaginar sus deliciosos arroces (como el arroz a banda, el arroz del senyoret, el arroz al horno, el arroz negro, y el arroz con conejo y caracoles) provoca que nuestras papilas gustativas se activen. Al ser una ciudad costera, Alicante también destaca por la variedad de pescados que forman parte de su gastronomía, como los boquerones, salmonetes, doradas, lubinas y gallos. Además, no se puede pasar por alto el exquisito marisco, incluyendo la gamba roja, la cigala, la quisquilla, el pulpo y la sepia. Estos son verdaderos tesoros del mar que se encuentran en la oferta culinaria de la ciudad, ya sea frescos o, en algunos casos, en salazón. Este método tradicional de conservación del pescado sigue siendo muy común en esta parte del Mediterráneo. Entre los productos en salazón, destacan las huevas, siendo las más populares las de atún y maruca, aunque también se pueden encontrar huevas de otras especies como el mújol, la merluza, el bonito y la corvina. La mojama, especialmente la de atún, es otro de los manjares característicos.
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En cuanto a las masas, es imposible no mencionar las sabrosas cocas. Aunque son típicas de varias regiones mediterráneas, Alicante cuenta con sus propias versiones, como la Coca amb tonyina, que se elabora con atún, cebolla y piñones, y está muy asociada a las Hogueras de San Juan.
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En lo que respecta a sus dulces, es imposible no mencionar sus renombrados turrones, que se elaboran bajo las Indicaciones Geográficas Protegidas Turrón de Alicante y Turrón de Jijona. En cuanto a las bebidas, destacan los exquisitos vinos de la provincia, que cuentan con Denominación de Origen Protegida Alicante.
En resumen, se trata de una oferta gastronómica de altísima calidad que, en 2025, tendrá la oportunidad de resplandecer como nunca.