Tras ser República Dominica el país invitado para la primera edición del Congreso Binómico, dos de los máximos representes de la alta cocina de República Dominicana, Chef Tita y Francis Pena volvían hacer acto de presencia en la segunda edición de este evento para presentar en España el gran potencial que está adquiriendo la gastronomía en el país caribeño.
En el curso de poco menos de un año, estos cocineros han puesto el nombre de la República Dominicana bien en alto en los escenarios de los mayores congresos gastronómicos españoles. Inés Páez, más conocida como chef Tita, fue una de las protagonistas ya en la primera edición del Congreso Binómico, cuando centró su ponencia en enseñar al público onubense algunas de las elaboraciones más características de República Dominicana, como el sancocho o el casabe.
Este año, tras convertirse en la primera cocinera dominicana en subirse al gran escenario de Madrid Fusión, con la ponencia 'República Dominicana, despertando a los ancestros', no dudaba en acudir a la segunda edición del Congreso Binómico, donde junto a Francis Pena participaba en la ponencia.
Esta nueva tendencia en el panorama gastronómico de la República Dominicana, bautizada como la 'Nueva Cocina Dominicana' tiene como máxima recuperar las tradiciones de la gastronomía dominicana ancestral, tanto las técnicas que la caracterizaban como productos que se han ido perdiendo con el paso de los años, sin olvidar por supuesto el carácter innovador que lleva sujeta la práctica de la alta cocina.
La tilapia, el aguacate o el mango son algunos de los productos que llevan por bandera, y la búsqueda de producto local no es una estrategia de marketing, sino una verdadera prioridad.
El restaurante de Chef Tita, MoriSoñando, que de hecho comparte nombre con una bebida tradicional dominicana que se ha ido perdiendo, refleja a la perfección ese mensaje de tradición que quieren hacer ver. El uso de productos frescos, la compra directa, sin intermediarios, y el rescate de las tradiciones nacionales hacen de MoriSoñando un restaurante comprometido con su entorno.
Pero esta tarea, para que sea fructífera, requiere una incesante tarea de promoción, educación y comunicación constante con los productores, que, al fin y al cabo, son los encargados de proporcionar un producto de calidad, base imprescindible de un buen restaurante.
No acaba ahí la labor de Chef Tita, ya que también entiende como necesario que su trabajo tenga repercusión en la población local. Es por ello que desarrolló el proyecto de la Fundación IMA, con el propósito de usar la cocina como herramienta de cambio social y mejorar las condiciones de vida de las comunidades vulnerables del país.
Un poco diferente es la historia de Francis Pena, cuya influencia tanto de su abuela, de origen dominicano, como de su padre, nacido en Galicia, le llevó a fusionar ambas tradiciones, para crear un restaurante basado en la cocina española, pero usando productos de la isla. No es casualidad por tanto que su restaurante fuera bautizado como 'El Gallego'.
Pese a las diferencias de los proyectos de ambos chefs, el objetivo es el mismo: poner la gastronomía dominicana en el sitio que se merece, y hacer ver al mundo que la despensa del país caribeño es de primer nivel.