Este 19 de septiembre es el Día Mundial del Aperitivo, que se celebra en todo el orbe y nos recuerda la amplia gama que existe de aperitivos típicos y de lo beneficioso de compartirlo con la familia y amigos.
Si pensamos en opciones de aperitivos, puede que el primero que llegue a tu mente sean las patatas fritas, un clásico que es quizás el aperitivo más popular, conocido desde hace unos 250 años, pero también están las bravas, las aceitunas, los fiambres, las tablas de embutidos, los quesos y los frutos secos. En temas de aperitivos no se puede dejar de lado a la bebida, que es el acompañante ideal.
¿Qué significa aperitivo?
Esta palabra, aperitivo, proviene del latín tardío aperitivus, cuyo significado es "que tiende a abrir". Por lo tanto, es una comida ligera que se sirve para abrir o provocar el apetito, antes de la comida.
Historia de la celebración
Cada 19 de septiembre se celebra este momento gastronómico previo al almuerzo o la cena, que suele ocurrir en bares, pero también en los hogares en reuniones con familias y amigos.
La fecha fue impulsada originalmente por una marca de papas fritas en España, ya que, junto con las aceitunas, los boquerones y los pimientos, son bocados ligeros que sirven para abrir el apetito.
Cuando incluimos bebidas, generalmente son aperitivos a base de vino (vermut) o de alcohol, y la maceración con hierbas, raíces, especias y cáscaras de cítricos, les otorga ese dejo final amargo que sirve para limpiar la boca, despejar las papilas gustativas y despertar el apetito.
Lo cierto es que el aperitivo es un momento, antes que una bebida o los bocados con que se las acompañe. Un espacio de disfrute gastronómico antes de la comida principal, ya sea almuerzo o cena. Generalmente se sirve en las barras de los bares y restaurantes, antes que los comensales pasen a la mesa.
Una opción para celebrar el Día Mundial del Aperitivo
Bacalao cocido con patata y pimentón
Ingredientes:
- 4 lomos de bacalao desalado
- 6 patatas medianas
- 100 ml de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón dulce de la Vera (podéis mezclar el pimentón dulce con el picante)
- Sal al gusto.
Preparación
El primer paso es desalar el bacalao. Deberás meterlos en agua de forma que los lomos queden bien cubiertos, el tiempo aproximado es de 24 horas y cambiando el agua cada 8 horas. Siempre puedes comprarlo limpios.
Para empezar a hacer el plato debes de pelar la patata y cortarla en trozos para cocer. Una tradición gallega es cortar la patata con la piel en trozos y meterlo a cocer (eso sí hay que limpiar muy bien la patata). El tiempo de cocción es de unos 15-20 minutos.
Unos 8-10 minutos antes del final de cocción de las patatas añadimos el bacalao y dejamos que cueza. El tiempo dependerá un poco del grosor de los lomos.
En una sarten calentamos el aceite de oliva e incorporamos las cabezas de ajo cortadas en láminas.
Dejamos que el ajo se dore ligeramente y apartamos del fuego para que baje la temperatura del aceite.
Agregamos el pimentón, removemos y dejamos reposar, así el pimentón se va para el fondo y la ajada queda limpia y sin posos, volviéndose el aceite totalmente transparente.
Una vez cocido, retiramos las patatas y el bacalao de la olla, escurrimos bien y colocamos en una fuente.
Emplatamos poniendo las patatas y los lomos de bacalao en un plato o fuente y salsear por encima.
Fuente: La Vanguardia, Infobae, Noticias.