El Perú ha recibido en estos días a 2,500 periodistas extranjeros acreditados y 1’800,000 turistas, según las proyecciones del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, MINCETUR. Este flujo representa más de la mitad (51.4%) del total de turistas que ingresarán al Perú durante este año 2024.
Nuestros restaurantes estrellados están con los cupos completos y listas de espera crecientes. Obviamente, las reservas se hicieron con extremada discreción y antelación.
Rostros de rasgos asiáticos llegaron en mancha a Maido ocupando 4 mesas del salón y un privado. Pidieron a la carta los niguiris, los sanguchitos, el clásico asado de 50 horas de cocción, se fascinaron con el cuy y con el zigzag amazónico, aunque al principio se mostraron reticentes de probarlo.
Algunos con un papelito donde habían apuntado los infaltables, seguramente recomendados por algún otro comensal entusiasmado.
Con papelito también llegaron a Mayta. Algunos pidieron el menú Experiencia Mayta y otros la Experiencia Tierra Noble, el primero tiene diez tiempos y el segundo doce. En ambos se sirven tubérculos, vegetales, arroces, pescados y patos, deliciosos zapallos en texturas increíbles y con juegos de temperatura.
En Kjolle, los visitantes fueron variopintos: asiáticos, latinos, gringos, europeos. Instalados en sus respectivas mesas con vistas a la hermosa barra de ónix que deja ver la agitación de la cocina, probaron el menú de 8 pasos de Pía León: un menú gozoso que explora colores y la diversidad vegetal tanto como las bondades del mar Pacífico.
Central ajustó horarios para recibir la avalancha de reservas. Todos quieren comer en el Mejor Restaurante del Mundo y dar la mano a Virgilio Martínez. Su cocina inédita se basa en ecosistemas, alturas, niveles. Puro producto. Termina con Mundo Cacao, la increíble experiencia de fin de fiesta que deja el estómago contento y la cabeza llena de preguntas.
Si bien muchos turistas fueron a Mérito, otros tantos cayeron en Clon, ambos restaurantes de Juan Luis Martínez que propone una hermosa fusión peruano-venezolana que, en realidad, es latinoamericana con productos peruanos. Lo increíble fue que los rostros se repitieron al día siguiente, mensaje inequívoco de comensal emocionado.
En La Mar, los cebiches y tiraditos estuvieron a la orden del día. Tanto como los pisco sour y los cocteles con pisco y aguardiente de caña. Anthony Vásquez, el inspirado cocinero de La Mar, sacó pescados enteros guisados, navajas, erizos y conchas fresquísimas. Camarones, langostinos y ostras. Salteados, guisados, crudos, cocidos. Causas, empanadas, pastas, arroces. Todo con sabor a mar (y a bar).
El gran chifa Titi tuvo que abrir más temprano para recibir a las delegaciones que no querían perderse ese restaurante de sabores hakka y platos que solo se encuentran ahí, como el pato asado con nabo, la carne estilo mongol, las empanaditas de curry, los hongos rellenos, el kruyoc. Y Si lo pide, el kam lu wantán al estilo peruano.
Cuando de comer se trata no hay duda alguna que el Perú está primero.
Mientras tanto, entre un sinfín de actividades de programa oficial, la presidente Dina Boluarte de rosa satinado con aplicaciones de encaje junto con el presidente de la República Popular China Xi Jinping con un conservador terno azul se desplazaron hacia el sur para inaugurar el megapuerto de Chancay, obra que tendrá un impacto económico de US $4.500 millones anuales, según cálculos oficiales.
Créditos Foto de Portada: Xaviera Ugarriza
Autora: María Elena Cornejo, periodista gastronómica peruana