La CECG es un proyecto que se ha constituido de acuerdo con la legislación portuguesa y tiene como fin principal la promoción de una alimentación saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria, así como la integración de la gastronomía en el sistema educativo.
El pasado 9 de octubre se firmó, telemáticamente, un acuerdo por el que el Ayuntamiento de Oeiras, municipio portugués ubicado junto a Lisboa, aceptó ser la sede de la Comunidad Europea de Cultura Gastronómica (CECG) y la Capital Europea de la Cultura Gastronómica 2020-2021.
La firma tuvo lugar en el Palacio del Marqués de Pombal, en Oeiras, una de las villas más antiguas de Portugal. Estuvimos presentes el Alcalde de Oeiras, Isaltino Morais; el presidente de la Academia Portuguesa de Gastronomía, José Bento dos Santos, como copresidente fundador de la CECG; y yo mismo (por videoconferencia), como presidente de la Academia Europea de Gastronomía y copresidente fundador de la CECG.
Al acabar se sirvió un almuerzo en el Palacio, en el que los asistentes pudieron degustar un menú de varios platos. Entre ellos, algunos típicos de la cocina lusa como las pataniscas de bacalao -una especie de buñuelo elaborado con bacalao en salazón-, el robalo con salsa a la Bulhão Pato, queso de la Serra de Estrela con vino de Carcavelos -producido en la zona- y dulces de Oeiras. Un almuerzo para sorprender y emocionar.
Comunidad Europea de Cultura Gastronómica
La CECG es una organización que, con el tiempo, pretende reunir no solo Academias, sino universidades, centros culturales, institutos científicos, organizaciones turísticas y culturales y personajes destacados de los diferentes campos que abarca la gastronomía del siglo XXI.
Su principal objetivo es contribuir a que Europa sea protagonista y promotora de una alimentación cada vez más saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria.
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En parte gracias al impulso del mundo iberoamericano (del que forma parte el territorio ibérico), la gastronomía ha trascendido el espacio del placer y la satisfacción para convertirse en una actividad fundamental desde el punto de vista saludable.Incluso en una manifestación de solidaridad extraordinaria. Más aún durante la pandemia.
Por otro lado es evidente que la alimentación va a tener un papel fundamental en el planteamiento de la Unión Europea de promocionar y promover la transición ecológica y la transición digital.
Y todo ello sin olvidar que la gastronomía es, y seguirá siendo, una de las actividades más satisfactorias que conoce el ser humano.
Observatorio Europeo de Gastronomía
La CECG nace a raíz de la Resolución del Parlamento Europeo, de marzo de 2014, sobre el Patrimonio Gastronómico Europeo: aspectos culturales y educativos. Una Resolución que puso de relieve la importancia que tiene para Europa el patrimonio gastronómico, muy especialmente en el ámbito de la cultura y de la educación.
En última instancia, solicita a los gobiernos y parlamentos de los diferentes países europeos que incorporen los conocimientos de alimentación y la educación del gusto en sus sistemas educativos. Una educación que debe incorporarse desde las guarderías, la enseñanza infantil y primaria, hasta los siguientes niveles de formación, incluido el universitario.
Para conocer la evolución de los diferentes países en lo que se refiere a la adopción de las medidas propuestas en la Resolución, el Parlamento Europeo pide a la Comisión que se cree el Observatorio Europeo de Gastronomía, cuyo fin es garantizar la integración de la gastronomía en el ámbito de la educación y de la cultura.
Uno de los principales objetivos de la CECG es proponer y colaborar con la creación de ese Observatorio Europeo de Gastronomía. Quizás, primero, impulsando el Observatorio Ibérico que se ampliaría a nivel europeo.
De esta manera servirá para poner en marcha los objetivos de la Resolución en materia de educación gastronómica, pero también tratará de conocer, valorar y favorecer que todos los países acepten y consoliden la nueva gastronomía del siglo XXI, una actividad saludable, solidaria, sostenible y satisfactoria.
La gastronomía de las 4 eses, un objetivo común
Científicos, académicos, nutriólogos, dietistas y especialistas en cada ámbito de la gastronomía deben ponerse de acuerdo con los profesionales de la producción agroalimentaria, de la industria, de la distribución y de la hostelería para conseguir que la alimentación se ajuste, cada vez más, a los parámetros de lo que se considera adecuado para la salud y el medio ambiente, que llegue a todas las personas y que sea satisfactoria, especialmente para los niños.
Y esa es la razón de ser de la Comunidad Europea de Cultura Gastronómica: tratar de que los diferentes sectores, entidades y profesionales relacionados con la alimentación trabajen juntos para desarrollar unos planteamientos globales que permitan a las personas comer de una manera adecuada y asequible en el siglo XXI.
Fuente: Gastrocultura