Esta figura se remonta a la edad media cuando existían dos tipos de sommelier: el de la cava y el de la mesa. El uso de la palabra Sommelier o sumiller aparece en el siglo XVII. Era el encargado del servicio del vino de la casa y el que cuidaba de la bodega. Viene de las palabras latinas sumer-sumere que significa beber.
El sumiller de cava se sustituyó por el bodeguero y el de sala ha seguido unas tareas seguramente modificadas desde el inicio de su existencia. La profesión de sumiller se ha ido desarrollando gradualmente. Esta tarea no es la de un experto en vinos sino el de un comunicador de las cualidades del vino.
Actualmente para llegar a ser sommelier no solo hace falta tener una formación académica amplia, con conocimientos de enología, vitivinicultura, inventarios de vinos y manejo comercial sino es esencial que tenga muy desarrollados y entrenados los sentidos del olfato y el gusto. Esto le permitirá ofrecer el mejor producto a los clientes, con los cuales debe ser capaz también de conectar y tener habilidades de comunicación para poder entablar conversaciones y empatizar con los clientes. Debe así mismo tener todos los detalles para ofrecer un servicio de excelencia. Es la persona que pone en valor todo lo que hay detrás de una botella.
La sumillería es un área en expansión, cada vez hay más restaurantes de alto nivel que exigen de personas capacitadas y con conocimientos sobre el vino y con muchas otras especialidades. En el Ecuador contamos con la escuela de sommeliers de La Cofradía del Vino en la que se imparte además todo el conocimiento del vino, módulos de cafecultura y cacaocultura.
De esta manera contamos con expertos sommeliers en productos ecuatorianos de extraordinaria calidad. Con gran satisfacción vemos que esta gran especialización de sommelier que abarca más de un producto se expresa de una manera tan especial en el tipo de experiencias que podemos llegar a tener con un sommelier de chocolate.
Así disfrutamos con la sommelier Gabriela Pozo – presidenta de la asociación de sommelerie del Ecuador y sommelier y dueña de MUZE chocolate; la experiencia en el uso de los sentidos y en la valoración del chocolate por su origen, elaboración, innovación, el desarrollo de cartas de chocolates y maridaje.
En ese concepto, ya se tiene a Cacao House en Quito, un lugar donde los amantes de chocolate y de experiencias auténticas pueden maravillarse de los usos del cacao en gastronomía, coctelería y maridajes con ron, vino y otros licores.
La excelencia en el servicio y sobre todo la calidez de atención hacen de la visita un momento muy especial, pues es una experiencia donde se valora la calidad y las propiedades de productos usando todos los sentidos. Es el reconocimiento a esas manos de pequeños productores de cacao que dado su trabajo proveen de la mejor materia prima.
Se podría decir que hay un gran futuro en el mundo del sommelier teniendo en cuenta la diversidad de especializaciones que puede llegar a tener un sommelier en vinos, aguas, quesos, café, te, etc. etc., y más, en un mundo que está en busca de rescatar los valores de la tierra y sus experiencias. Esto además de generar una gran cantidad de beneficios culturales, comerciales a industriales, inyecta un aporte significativo para la economía del país.
