Un hallazgo arqueológico en el yacimiento neolítico de Shangshan, China ha revelado que la cerveza de arroz se producía hace aproximadamente 10.000 años, marcando un hito en la historia de esta bebida.
La revelación demuestra evidencias de fermentación en fragmentos de cerámica las cuales contenían bebidas alcohólicas derivadas del arroz. El análisis, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), corrió a cargo de un equipo internacional de investigadores, liderado por expertos de la Universidad de Stanford, la Academia de Ciencias de China y el Instituto Provincial de Reliquias Culturales y Arqueología de Zhejiang.
El arroz, clave en la fermentación temprana
Los restos analizados muestran claras señales de procesos de fermentación, como la degradación enzimática y la presencia de hongos asociados al alcohol.
Las condiciones climáticas del Holoceno favorecieron la proliferación de hongos que junto con levaduras, permitió la fermentación necesaria para la producción de bebidas alcohólicas, un proceso similar al utilizado hoy en día en la elaboración de vino de arroz chino, conocido como hongqujiu.
¿Un ritual en cada jarra?
A diferencia del consumo cotidiano que asociamos con la cerveza en la actualidad, en aquel entonces parecen haber tenido un propósito más ceremonial como banquetes y rituales, donde el consumo de alcohol promovía la cohesión social.
El hallazgo en Shangshan representa la evidencia más antigua de producción de alcohol en el este de Asia y se suma a otros ejemplos de fermentación temprana en el mundo, como los hallazgos de cerveza en Egipto, Perú e Israel.
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