Cuando pensamos en el tiramisú, debemos pensar siempre en Italia. Este dulce postre hecho con café es una opción muy popular en todos los restaurantes del mundo. Hoy 21 de marzo, día internacional del tiramisú, damos un repaso al origen de este plato y os dejamos una receta para que puedas rendirle un homenaje como se merece.
Origen
Siempre que pensamos en los orígenes de este tipo de platos tan icónicos, nos viene a la cabeza algún cocinero medieval que dio con la receta y se ha mantenido sin cambiar durante siglos. Pero este no es el caso del tiramisú: nació a mediados del siglo pasado.
Como suele ser el caso, existen varias versiones acerca de cómo se originó concretamente este postre. Sin embargo, existen dos restaurantes de dos zonas distintas que reclaman la autoría de este postre. Uno de ellos es “Le Beccherie”, en el Véneto, en el que Loly Linguanotto, a finales de los 60, lo creó para recuperar un antiguo plato de la zona. Por otro lado, el hotel-restaurante “Roma”, en la provincia de Friuli Venezia Giula, afirma que fueron ellos quienes en la década de los 50 prepararon el tiramisú por vez primera.
Receta
Para hacer el tiramisú necesitaremos:
- 500g de queso mascarpone
- 2 huevos
- 350ml de café
- 80g de azúcar
- 30g de cacao
- 20ud bizcochos de soletilla
Os advertimos que en la receta original del tiramisú no se solía incluir el queso, pero actualmente resulta un ingrediente indispensable si se quiere disfrutar de un postre bien cremoso.
Lo primero que vamos a hacer es preparar el café y dejarlo reposar para que enfríe. Mientras tanto, separamos las claras de huevo de las yemas, y las montamos a punto de nieve. Después mezclamos bien las yemas con los 80g de azúcar hasta que este se disuelva por completo.
Por otro lado vamos a preparar el mascarpone, que debe estar a temperatura ambiente. Deberemos removerlo poco a poco, suavemente y, con el mismo movimiento, mezclaremos con las yemas hasta que ambos se integren correctamente. Una vez hecho, añadiremos las claras batidas haciendo el mismo movimiento lento, hasta que consigamos una textura cremosa y suave.
Cuando ya tengamos la crema lista y el café a temperatura ambiente, mojaremos los bizcochos de soletilla o savoiardi en el café y los pondremos en la base del molde que vamos a usar para el tiramisú. Encima pondremos una capa de crema que extenderemos uniformemente. Repetiremos el proceso las veces que necesitemos, terminando siempre con crema por encima.
Para terminar, espolvoreamos el cacao por la parte superior y lo dejamos reposar en la nevera unas 8 horas para que obtenga la consistencia adecuada. ¡Y con esto ya lo tenemos! Recuerda sacar el tiramisú de la nevera unos minutos antes de servir para degustarlo de la mejor forma.
