Empanadillas rellenas de cabello de ángel, la famosa tarta de Santiago, tocino de cielo, mantecados de almendra, yemas de San Leandro… Desde hace siglos, en los fogones de conventos y monasterios de España se cuecen las más variadas delicatessen de la repostería tradicional, que durante la Navidad suelen tener mayor demanda entre los amantes de los dulces.
Muros adentro, los pequeños obradores acogen el proceso de preparación artesanal con ingredientes naturales, y en muchos casos, el proceso de empaquetado, también manual. Hay elaboraciones que no deberían morir nunca, y las monjas de clausura nos lo recuerdan a diario manteniendo vivo ese recetario secular, del cual obtienen necesarios ingresos para las comunidades religiosas y que adaptan incluso a los nuevos tiempos, como sucede con los dulces sin azúcar, sin lactosa o sin gluten.
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Cada convento o monasterio tiene sus especialidades, recomendadas para concluir una cena en casa o acompañar las meriendas navideñas junto con un café o una taza de chocolate caliente. Para dar a conocer ese mosaico de sabores, en 1985 comenzó a organizarse la muestra anual de dulces de conventos de clausura de la Archidiócesis de Sevilla. En 2017, por ejemplo, los 20 conventos participantes aportaron 270 variedades de postres (más de 6000 kilos de dulce), una oportunidad única para los incondicionales devotos de estas delicias.
Así como el sector Horeca apuesta cada vez más por el desarrollo tecnológico, la repostería conventual amplía también su vínculo con los consumidores y existen incluso sitios web que se han convertido en auténticas vitrinas digitales para acceder a sus propuestas. De conjunto con la promoción online, estas plataformas destacan, además, los valores del trabajo en equipo, la organización y el esmero que han hecho posible mantener el arraigo de sus productos durante varias generaciones.
Si esta Navidad decides preparar algunas de sus recetas icónicas, deberías leer las elaboraciones que hemos seleccionado del libro Cocina y repostería de las monjas de clausura. Donde la cocina roza lo divino (Ed. Servilibro). Cinco postres que saben a gloria, para concluir el año con sabores que rebozan tradición en la cultura hispánica.
Recetas de postres conventuales
Tocino de cielo
Ingredientes
- 12 yemas de huevo
- 400 g de azúcar
- 4 tacitas de agua
- 1 huevo
Preparación
- Disolver a fuego lento el azúcar con el agua en un recipiente al fuego. Cocer durante 10 minutos y dejarlo enfriar.
- Poner un poco de azúcar en el molde y calentarlo para que se haga caramelo.
- Encender el horno a temperatura suave para que se vaya calentando.
- Batir las yemas de huevo con el otro huevo completo y pasarlas por un colador fino sobre el almíbar frío.
- Verter en el molde, tapar con papel de plata y poner a horno suave, al baño María, durante media hora.
- Una vez que esté cocido, dejar enfriar, desmoldar y servir.
- Se le pueden agregar frutos rojos para decorar.
Mantecados de almendra
Ingredientes
- 350 g de manteca de cerdo
- 750 g de harina
- 250 g de azúcar glaseado
- 250 g de almendras peladas
- 2 cdtas de ajonjolí
- 1 huevo
- 2 cdtas de canela en polvo
Preparación
- Tostar y moler las almendras. Encender el horno a temperatura suave. Reservar un poco las almendras molidas y de azúcar.
- Trabajar la manteca para que esté esponjosa. Sin dejar de remover, añadir el azúcar, las almendras, la canela, poco a poco la harina y amasar hasta que la pasta esté tierna y se puedan formar tortitas.
- Ponerlas sobre papel y pintarlas con huevo batido.
- Espolvorearlas con azúcar y almendras molidas.
- Meter al horno hasta que tomen color.
- Si se quieren guardar, se envuelven en papel de seda.
Polvorones
Ingredientes
- ½ kilo de harina
- ½ kilo de azúcar glaseado
- 1 cda de ajonjolí
- 200 g de manteca de cerdo
- Canela en polvo
Preparación
- Tostar la harina en una sartén amplia, moviéndola constantemente para que no se queme.
- Retirar del fuego y añadirle el azúcar, la manteca, la canela y el ajonjolí.
- Amasar a mano hasta que la pasta esté más o menos compacta y extenderla sobre la mesa hasta que alcance el grosor de un dedo.
- Cortar en círculos y poner sobre una plancha para el horno engrasada en manteca.
- Meter en el horno a 180°C hasta que los polvorones adquieran un color ligeramente dorado.
- Sacar del horno, dejar enfriar 10 minutos, espolvorear con canela en polvo o con azúcar glaseado y servir.
Torrijas
Puede ver la receta aquí.
Cabello de Ángel
Ingredientes
- 1 calabaza de cidra
- Azúcar
- Canela, al gusto
- Cáscara de limón
Preparación
- Escoger una calabaza de cidra, limpiarla por fuera, trocearla y quitarle las pepitas y las hebras del centro, tal como se hace con los melones.
- Poner los trozos de calabaza en una cacerola esmaltada y cubrirlos con agua fría. Cocer a fuego fuerte durante 1 hora aproximadamente.
- Retirar la cacerola del fuego y, sin sacarla del agua, dejar que la calabaza se vaya enfriando hasta que esté templada.
- Sacar los trozos y con una cuchara quitar la carne, dejando la piel bien fina. Estos trozos se van echando en agua fría.
- A las 10 horas se sacan del agua y se escurren bien, incluso apretando con las manos, y se sueltan las hebras. Se pesa y, por cada kilo de calabaza resultante, se ponen 800 g de azúcar.
- Se mezcla con una cuchara de madera y se pone al fuego en una cacerola de esmalte, agregando un palito de canela y unos trozos de cáscara de limón, cortados en tiritas.
- Se cuece durante 10 minutos, dándole cada cierto tiempo unas vueltas.
- Se retira del fuego y a las 24 horas se vuelve a poner en el fuego en la misma cacerola y se cuece durante otros 10 min aproximadamente.