Hay bebidas que mueven recuerdos, algunas que transportan a sitios y otras que llevan el amanecer hasta la mismísima copa. Ese es el caso del cóctel San Francisco, cuya fusión de matices cálidos conquista desde la vista. Así, se ha convertido uno de los imprescindibles de la mixología de todo el mundo.
Dulce, refrescante y versátil, el San Francisco suele ser de las bebidas ligeras preferidas del verano, aunque también ideal para reuniones formales por su condición libre de alcohol.
Cóctel de…¿ San Francisco?
Aunque está claro que sus orígenes se remontan a la década de 1970, no está claro su lugar de procedencia. Hay leyendas que lo asocian con la ciudad que lleva su nombre, en inspiración a la gama cromática del cielo, sin embargo, el hecho de que no haya registros en recetarios de Estados Unidos de tal invención instala la duda. De hecho, la mayor popularidad del trago ocurre en Europa, especialmente en España e Italia.
Un cóctel sin alcohol
Aunque su receta original es sin alcohol, hay variantes donde se le incluye un ligero toque de vodka o ginebra. No obstante, lo importante es la combinación de zumos de frutas: naranja, limón y piña.
Ingredientes:
zumo de naranja
zumo de limón
zumo de piña
granadina
azúcar
hielo picado
una rodaja de naranja (para decorar)
una guinda (para decorar)
Preparación:
En una coctelera, añade el hielo picado, el zumo de naranja, el zumo de limón, el zumo de piña y la cucharada de azúcar.
Agita la mezcla hasta que los ingredientes se combinen y el azúcar se disuelva por completo.
En un vaso alto con hielo, vierte la mezcla y añade la granadina.
Decora el vaso con una rodaja de naranja y una guinda para darle frescura.
