Descubre el sabor de la cocina guatemalteca en su día

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Maria Carrasco
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jocon verde

En Guatemala, brillan los motivos para acudir a la llamada de una tierra mágica. Tan bella como desconocida para la panorámica turística internacional, es la cuna de las civilizaciones antiguas más importantes de Centroamérica. 

La magia del país de la eterna primavera la revela, entre otras cosas, una fantástica gastronomía con orígenes y productos ancestrales de la cultura maya que celebra hoy, 13 de agosto, el Día Nacional de la Gastronomía Guatemalteca. Sus ingredientes son, cuanto menos, visuales. Comer en Guatemala entra por el ojo gracias a la cantidad de colores que decoran sus platos, distinguidos y divertidos a la par.

La base de casi todas sus elaboraciones es el maíz. Los mayas lo adelantaron como “el origen del mundo”, la traducción literal del ingrediente principal desde esta lengua antigua, lo que resguarda la miticidad guatemalteca. 

En palabras de quienes visitan el país, Guatemala es “color, alegría y descubrimiento”. Por eso es que en 2007, por Acuerdo Ministerial, fueron 8 recetas las que se añadieron a la lista de Patrimonio Cultural Intangible de la Nación y que responden a estas bonitas palabras. 

Los 8 fantásticos de la gastronomía de Guatemala

Si hablamos de gastronomía guatemalteca, el primer plato a nombrar siempre debe de ser el jocón. De un apetitoso color verde, es un guiso de gallina, tomate verde, cebolla y cilantro. De hecho, tradicionalmente, se le llama “cinco verdes” por los colores de sus ingredientes. Se acompaña de arroz y tamales. Imposible que no se te venga la palabra Guatemala a la mente. 

El pepián es otro plato ancestral, legado de los propios mayas. Se prepara como un guiso espeso de tortillas de maíz, sésamo o ajonjolí, chiles, ajo y cilantro, que también lleva carne (pollo, gallina o cerdo), patatas y zanahoria. Se sirve, como no, con arroz. 

Kak’ik, aunque difícil de pronunciar, es facilísimo de comer y de preparar. En alguna de sus mil lenguas indígenas, kak’ik se traduce como “rojo” o “muy picante”, que a diferencia de una pista, es más un engaño, pues su sabor es suave gracias al uso de hierbas aromáticas como la hierbabuena, el cilantro y el zamat y el achiote molido sería lo que le daría ese aspecto rojizo a este guiso de pavo.

Ahora un dulce para contrarrestar: los plátanos con mole. Para un paladar no acostumbrado a los sabores de Guatemala, puede resultar chocante, pero es digno de probar. Los plátanos maduros fritos se mojan en un mole preparado con chile pasa, tomate, ajonjolí, pepitoria, canela, pan dulce y chocolate artesanal.

Es más, Guatemala cuenta con una materia prima privilegiada en cacao y café. Con el primero se prepara el chocolate de Mixco. Esta taza de bebida de cacao se caracteriza por prepararse directamente con el cacao tostado, sin ningún tipo de conservantes más allá de sus propiedades naturales y que es difícil no identificar por su fuerte olor a chocolate intenso natural. 

El pinol es uno de esos platos que se comen desde que Guatemala tiene memoria. Es una elaboración indígena basada en, claro, el maíz. Es un polvo o pasta de harina de maíz que se prepara de forma casera con los granos tostados al que se le añade caldo de gallina en el “mortero” tradicional y que se come con tortillas caseras. 

El fiambre de Guatemala se degusta cada 1 de noviembre para celebrar el Día de Todos los Santos, una de las mayores fiestas del país chapín. Es una especie de ensalada compuesta por vegetales, carnes o mariscos y encurtidos tradicionales. Algunas familias lo preparan con más de 50 ingredientes. 

Finalmente, el chojín bataneco se come los 19 de enero para honrar a San Sebastián Mártir, patrón de la ciudad guatemalteca de San Sebastián. Desbloqueamos nuevos ingredientes, ya que siendo un plato puramente propio de Guatemala, se utilizan güisquil, tallo de cebolla, repollo, cilantro y zamat, además de carne de res, zanahoria y patatas. 

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Maria Carrasco