Como alimento, ha llegado a estar tan bien posicionado que tiene hasta su día internacional. Cada primer viernes del mes de junio se dedica una jornada completa a la celebración de este goloso producto.
Se conoce con diferentes nombres: donut, dona, rosquilla, rosquita, pero todos aluden a un mismo producto, una especie de pan frito que puede ser dulce, salado y acompañado de los más suculentos glaseados y hasta apto para veganos.
En cuanto a la historia del surgimiento de este alimento, hay diversas teorías. En la web de Infobae, reseñan que surgió en Holanda, pero alcanzó la forma, tal cual la conocemos, gracias a un marinero a quien no se le cocinaba bien el centro de esa masa y decidió agujerearlo.
Posteriormente, es en España donde se hizo popular en la década del 60 del pasado siglo. Andrés Costafreda, empresario y panadero, creó la empresa Donut Corporation y registró la marca Donuts, hasta nuestros días.
El cómo llegó a tener la dona un día internacional se debe a un grupo de mujeres voluntarias, pertenecientes al ejército The Salvation Army, quienes las prepararon en condiciones de campaña (se dice que llegaron a freír la masa en el interior de los cascos de protección) y las regalaron a los soldados, como una especie de aliento para acercarlos a casa, durante la Primera Guerra Mundial.
Este es uno de los alimentos más elaborados y consumidos mundialmente, aunque los récords de producción y consumo no los albergan los mismos países. Mientras Estados Unidos encabeza los listados de elaboradores, Canadá tiene el primer puesto como consumidor.
Es un producto muy versátil y debido a esto se le puede acompañar de los más diversos ingredientes. Algunas de las variantes más excéntricas incluyen desde wasabi hasta oro.