
La uva doradilla es una variedad autóctona de la región norte de la Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga, que ha sido cultivada durante generaciones por viticultores locales. Este tipo de uva, aunque menos conocida que otras variedades más comerciales, posee características únicas que la convierten en un verdadero tesoro enológico.
Orígenes y cultivo
La doradilla tiene un origen profundamente arraigado en la tradición vitivinícola de Andalucía. Su cultivo se ha adaptado a las duras condiciones climáticas de la zona, donde las temperaturas extremas y la variabilidad del suelo han moldeado sus características. Generalmente se cultiva en terrazas en laderas montañosas, lo que permite una excelente exposición al sol y un drenaje adecuado, factores esenciales para el desarrollo óptimo de la uva.
Esta variedad se caracteriza por su resistencia a las enfermedades y su capacidad de adaptarse a diferentes tipos de suelo, lo que la hace ideal para el cultivo en una región donde la diversidad geológica es notable. Sin embargo, a pesar de su adaptabilidad, la producción de doradilla sigue siendo limitada, lo que contribuye a su exclusividad.
Características
La uva doradilla se distingue por su piel dorada y su pulpa jugosa. Sus racimos son compactos y de tamaño mediano, con bayas que presentan un equilibrio perfecto entre azúcar y acidez, lo que resulta en vinos frescos y aromáticos. En términos de perfil organoléptico, los vinos elaborados con doradilla suelen tener notas frutales intensas, con matices de flores blancas y hierbas aromáticas, además de un ligero toque mineral que refleja el terroir de la región.
Vinos elaborados con Doradilla
Los vinos que se producen a partir de esta variedad son predominantemente blancos, aunque también se pueden elaborar algunos rosados. La doradilla se utiliza a menudo en coupages con otras variedades autóctonas, lo que permite crear vinos con complejidad y profundidad. Estos vinos son ideales para acompañar platos típicos de la gastronomía malagueña, como pescados frescos, mariscos y arroces.
Uno de los aspectos más destacados de los vinos de doradilla es su capacidad de envejecimiento. A medida que maduran, los vinos adquieren una mayor complejidad, con notas de frutos secos y miel, lo que los convierte en una excelente opción para los amantes de los vinos con personalidad.
Retos y futuro de la Uva Doradilla
A pesar de su riqueza cultural y enológica, la uva doradilla enfrenta retos significativos. La modernización de la viticultura y la globalización del mercado han llevado a la disminución de su cultivo en favor de variedades más populares y rentables. Sin embargo, en los últimos años, ha habido un resurgimiento del interés por las variedades autóctonas, y muchos viticultores están volviendo a apostar por la doradilla, reconociendo su valor como parte del patrimonio agrícola de la región.
Las iniciativas de conservación y promoción de la doradilla son fundamentales para asegurar su futuro. La colaboración entre viticultores, enólogos y entidades dedicadas a la promoción de la Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga es clave para revitalizar el cultivo de esta uva y para educar al consumidor sobre su singularidad y calidad.
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